El cuidado adecuado de la boca y los dientes puede ser esencial para prevenir determinados problemas de salud.
Hay algunos consejos esenciales que todos conocemos o deberíamos conocer, como lavarse los dientes por lo menos dos veces al día, por lo menos durante dos minutos, usar hilo dental, evitar el consumo de azúcar y tabaco o acudir periódicamente a las revisiones con el especialista. También cambiar el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses y, algo que no es tan conocido, mantenerlo por lo menos a dos metros del retrete.
Por mucho que queramos mantenerlo limpio, el baño es un lugar donde las bacterias y los gérmenes tienden a acumularse, incluso cuando no vemos la suciedad. Esto hace que tengamos que tener especial cuidado con elementos como el cepillo de dientes, que solemos dejar a mano, sobre la encimera del lavabo.
Es importante mantenerlo alejado del retrete porque, al tirar de la cadena, se liberan una gran cantidad de partículas, gotas microscópicas que podrían contener partículas de heces, cargadas de bacterias, virus y otros patógenos que permanecen en las superficies durante horas. Por este mismo motivo es importante acordarnos de cerrar la tapa antes de descargar el agua, reduciendo el riesgo de contagiarnos de enfermedades que producen patógenos como Escherichia coli, Clostridium difficile, norovirus y adenovirus.
Distintos experimentos, como el realizados por expertos, han demostrado no solo que estas partículas se expanden y lo hacen a gran velocidad, también que pueden abarcar una gran distancia, que podría llegar hasta los dos metros. Aunque en una casa con una limpieza adecuada no tiene por qué suponer un riesgo, no hay duda de que lo mejor es reducir el riesgo, bajando la tapa y también quitando el cepillo de dientes de la zona.
Cómo cuidar tu cepillo de dientes
Todos los expertos señalan que la mejor forma de evitar que el cepillo de dientes acumule microorganismos es cambiarlo con frecuencia. De este modo, el máximo de tiempo que deberíamos emplearlo debería rondas las 12 semanas, pero sería conveniente cambiarlo por uno nuevo incluso más a menudo.
Además de cerrar la tapa antes de tirar de la cisterna y mantener el cepillo de dientes alejado del retrete, hay otros consejos que podemos seguir a la hora de guardarlo para evitar que las bacterias se acumulen en él. La Asociación Estadounidense Dental recomienda que se guarde de forma vertical en un lugar limpio y bien ventilado, la humedad tampoco les viene bien, así como dejar que se sequen de un modo natural.
Lo mejor es colocarlo en vaso o soporte para que esto sea posible, con el cabezal hacia arriba y solo, sin que haya otros cepillos en el mismo lugar, lo que además evitará la posible contaminación cruzada. Es buena idea, y recomendable, lavarse las manos con agua y jabón antes y después de usarlo. Para mantener el cepillo limpio, enjuágalo bien para asegurarte de que no quedan restos de alimentos o dentífrico.
Pequeños trucos que te ayudan a mantener una buena higiene dental y evitar que virus, bacterias y microorganismos lleguen a tu boca, pero que no eximen de cambiar el cepillo siempre que se cumplan los plazos indicados y de visitar al especialista cuando corresponda y no solo cuando ya exista un problema.
Con información de 20minutos