Mujeres entre 45 y 65 años con cáncer de mama con más probabilidades de desarrollar metástasis

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Las mujeres, entre 46 y 65 años, con cáncer de mama tienen más probabilidades de desarrollar metástasis en los huesos. Esta es una de las conclusiones del Dr. Luis Willians Rodríguez, traumatólogo y oncólogo ortopedista, quien presentó en 2024, su trabajo titulado Incidencia y prevalencia de la enfermedad metastásica ósea durante el período 2018-2022.

Las estadísticas fueron recogidas en el área de Tumores Óseos, de los Servicios Oncológicos Hospitalarios (SOH) del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), en Caracas. Se registraron variables como: fecha del diagnóstico, edad del paciente, marcadores inmunohistoquímicos de la lesión primaria, localización y número de metástasis óseas, método diagnóstico empleado, tratamiento y sobrevida. Otro dato relevante en su investigación: el 28,5% de los pacientes, de la muestra estudiada, presentaron metástasis óseas.

Por su parte, el cirujano oncólogo, Osama Bahsas Zaky, adjunto del Servicio de Patología Mamaria del SOH- IVSS, antiguo Hospital Padre Machado, explica que “la metástasis es la propagación de un tumor maligno desde su ubicación original a otro lugar del cuerpo. En el caso del cáncer de mama, aproximadamente, del 6 al 10% de las pacientes tienen lesiones metastásicas al momento del diagnóstico inicial. De estas metástasis, entre el 65 y 75% son tumores óseos. Otros órganos frecuentes son: hígado, pulmones y cerebro”.

Riesgo hereditario

Bahsas Zaky, quien estudió el posgrado en Cirugía General y Laparoscopia en la Universidad de Los Andes (ULA), señala que “la aparición del cáncer de mama no se debe a una causa única. Es una enfermedad multifactorial y su aparición puede estar influenciada por una combinación de factores genéticos, hormonales, reproductivos, ambientales y de estilo de vida.

Hay varias estrategias que las mujeres pueden considerar para reducir la probabilidad de desarrollar lesiones malignas, tales como: realizar exámenes más frecuentes, como mamografías y ultrasonido, para detectar el cáncer en sus etapas iniciales.

Es importante que las personas con predisposición genética hablen con sus médicos para desarrollar un plan de evaluación personalizado. Sin embargo, realizar actividad física regularmente, limitar el consumo de alcohol y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama hasta un 50%.

¿Dónde acudir?

“Al palpar un bulto en la axila o en la mama, observar la retracción del pezón (hundimiento hacia adentro), secreción (especialmente si es sanguinolenta o transparente), costras o descamación en el pezón, enrojecimiento, engrosamiento o descamación en la piel de los senos, lo ideal es acudir a un médico especializado en patología mamaria, como un cirujano oncólogo, cirujano general o ginecólogo, con estudios en mastología. Para llegar a un diagnóstico preciso del tumor, sea benigno o maligno, se necesita un estudio imagenológico de buena calidad y que la paciente sea evaluada por un experto”, señala Bahsas Zaky.

Agrega que “la presencia de uno o más cambios no necesariamente significa que se trate de cáncer de mama. Muchas enfermedades benignas, como: los fibroadenomas, condición fibroquística, lipomas, eccema del pezón, mastitis, entre otras, pueden causar síntomas similares”, aclara el especialista y recomienda realizarse la mamografía a partir de los 40 años o 35 si se tiene antecedentes familiares o factores de riesgo.

Metástasis ósea: ¿se puede predecir en pacientes con tumores mamarios?

Actualmente, es posible predecir el comportamiento del cáncer utilizando modelos matemáticos. El investigador venezolano, Enrique ter Horst, Ph.D. en Estadística de la Universidad de Duke y profesor asociado de la Universidad de los Andes (Uniandes), en Bogotá, indica que “los campos donde se consiguen modelos bastante robustos para representar específicamente el cáncer son Machine Learning e Inteligencia Artificial (IA)”.

El profesor ter Horst, quien también tiene una maestría en Finanzas de la Universidad de Estrasburgo, señala que “para el diagnóstico del cáncer de mama, con la inteligencia artificial es posible revisar rayos X y tomografías. No obstante, predecir la evolución de la enfermedad matemáticamente es mucho más complejo. Si se conoce la predisposición genética para cáncer de mama, es posible saber qué pacientes tienen más probabilidad de desarrollar la enfermedad con la regresión logística o regresión probit, donde la variable dependiente toma valores uno o cero. Uno si la persona padece de cáncer y cero si no padece, basado en los historiales clínicos, la edad y el género del paciente”.

La regresión logística y la regresión probit son métodos de ajuste utilizados para modelar la probabilidad de que suceda un evento binario (la ocurrencia o no de un hecho).

Con información de EU…