Andrés Kowalski, presidente del Observatorio Nacional de Circuitos Lácteos, en una entrevista para Fedecámaras Radio, señaló que los precios de la leche y sus derivados varían según la temporada. Además, indicó que el 86% de la leche se destina a la producción artesanal, dividido en 42% en finca y 44% informales, y solo el 14% va a las industrias, siendo el 7% en leche en polvo y 3% en quesos madurados.
“Más preciso que un reloj suizo es el mercado lácteo nacional: la tercera semana de mayo siempre cae el precio, llega al nivel más bajo en julio y repunta en agosto-septiembre. El pico más alto es en la sequía (enero-abril)”, dijo Kowalski en el programa «Análisis de Entorno».
En cuanto a la rentabilidad, el 87% de la producción es de ganadería de doble propósito (leche + carne), lo que equilibra ingresos. Por su parte, el precio internacional de la leche venezolana es competitivo, pero depende en un 65% de estados fronterizos (exportaciones informales a Colombia).
Kowalski defiende el rol del intermediario, criticando la falta de organización de los productores para comercializar directamente. Dio como ejemplo que el queso puede venderse a $2-$3/kg en fincas, pero llega a $5-$7/kg en ciudades por costos logísticos y merma.
Con relación a las tendencias, ha habido una caída en leche pasteurizada por fallas eléctricas desde 2019. «Cuando cerraron la frontera con Colombia en 2019, el precio de la leche se desplomó. Nuestro mercado depende del vecino país: el 65% de la producción está en estados fronterizos», comentó el gremialista. Y el auge de yogures y productos funcionales (probióticos) es impulsado por generaciones jóvenes.
Con información de Fedecamaras Radio