Pacientes crónicos pueden presentar dificultad con el uso de las tecnologías

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Foto: Archivo

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes junto con la consultora IQVIA han elaborado un estudio denominado «Cronicidad y estrategias de E-Salud: la importancia del perfil digital». El objetivo central es determinar el nivel de alfabetización digital de los pacientes crónicos y su relación con el sistema de salud.

Para la realización de este trabajo, se han seleccionado cuatro enfermedades crónicas: diabetes, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva), riesgo de trombosis y las patologías derivadas de los trasplantes.

Así, se han tomado las respuestas de 800 encuestas a pacientes crónicos (de distintos géneros, condición y edad). La distribución ha sido mediante cupos de 200 para cada una de las patologías.

Transformación digital en salud

El fenómeno de la transformación digital en salud es una realidad en la que se encuentran inmersos pacientes, profesionales sanitarios, proveedores e instituciones. El detonante principal de este cambio acelerado ha sido la pandemia de la COVID-19, que ha mostrado la necesidad de digitalización y de la telemedicina.

En el estudio de alfabetización digital encontramos diversos datos. Son muy significativos los relacionados al uso de las tecnologías.

Así, el dato general es que el 47 % de los pacientes crónicos tienen dificultad con la tecnología a la hora de interactuar con el sistema de salud, habiendo grandes diferencias según la edad. Los menores de 40 años que presentan dificultad son un 17 %, mientras que un 78 % son mayores de 70 años.

Consideraciones de los pacientes

En el estudio de alfabetización digital se han tenido en cuenta diversos aspectos a la hora de evaluar esta educación digital de los encuestados. Así, se han analizado los datos según la edad, el género, el nivel socioeconómico y a la patología del paciente.

  • Consumo de medicamentos por habitante, nivel socioeconómico y patología

Lo cierto es que la mayoría de encuestados se encuentran en un entorno socioeconómico de renta media. En este sentido, el consumo de medicamentos tiene una clara tendencia a disminuir a medida que aumenta el nivel socioeconómico.

  • Interacción de los pacientes con el sistema de salud

En este punto cobra una gran relevancia quién es para el paciente el nexo o el contacto primero y más habitual para el seguimiento de su patología. Para un 63,8 % del total de encuestados, aun siendo de distintas enfermedades, el nexo más cercano es el médico de Atención Primaria (AP). Para un 30,6 % es el médico especialista, para un 4,5 % el farmacéutico y para un 2,1 % del total es el enfermero.

Según el nivel socioeconómico, esta tendencia sigue en el mismo orden: Médico de AP, médico especialista, farmacéutico y enfermero. La única excepción son los pacientes con rentas alta y muy alta. En sus encuestas es inexistente la consulta a profesionales de la enfermería y la consulta a médicos especialistas es superior a la de médico de atención primaria.

Recursos utilizados

¿Cómo piden una cita?

Una de las claves de la digitalización del ámbito de la salud que incide directamente en los pacientes es la posibilidad de pedir cita online.

En los resultados del estudio de alfabetización digital, encontramos que un 60 % del total de encuestados prefieren pedir cita médica de manera presencial. Esta tendencia va desde el 37 % de los menores de 40 años hasta el 74 % de los mayores de 70. En segundo lugar, se afirma que prefiere pedir una cita de forma telefónica. Los últimos puestos son para las aplicaciones móviles, los correos electrónicos y «otros».

Estos mismos recursos, pero desde la perspectiva socioeconómica, son muy similares y apenas cuentan con variaciones.

Tipo de visita realizada

Al analizar el canal empleado por los pacientes para las consultas, encontramos con que todos, independientemente del rango de edad y la condición socioeconómica, prefieren acudir de forma presencial. El uso de la video consulta, pese al deseo de los profesionales de que se incremente su utilización, es muy bajo.

¿Cómo se obtiene la información?

Para mantenerse al día de las últimas novedades de la patología que padecen los encuestados, también encontramos grandes diferencias. Así, la primera vía de información es la de los profesionales de la salud, mientras que la segunda es Internet (aunque le sigue con mucha distancia).

Autopercepción en el uso de las tecnologías

En cuanto a la facilidad en el uso de las tecnologías en cuestiones de salud, encontramos de nuevo grandes diferencias según la edad, género y la condición socioeconómica.

El total de las respuestas indica que un 30 % considera que «se maneja muy bien», mientas que un 22 % «evita la tecnología si puede». Las respuestas son bastante similares.

En cuanto a la distinción entre hombres y mujeres, existen ligeras diferencias, en las que, sobre todo las mujeres jóvenes ganan en la autopercepción del manejo de las tecnologías (81 % mujeres menores de 40 años frente al 46 % de hombres en el mismo rango de edad).

Por último, según el nivel de renta, las personas con un nivel socioeconómico más bajo y más alto son las que mayor manejo consideran tener de las nuevas tecnologías en cuestiones de salud.

Conclusiones

Las conclusiones finales del estudio de alfabetización digital en salud demuestran que si bien los niveles de conocimiento son muy variables, existe una necesidad generalizada de educar a los pacientes en estrategias de e-salud. El cambio de tendencia lo marcan los pacientes menores de 40 años que sí tienen conocimientos digitales.

Se incide en la importancia del video consulta por parte de la POP, un método que se utiliza muy poco y de forma aislada y que, sin embargo, ayudaría a descongestionar los centros de salud colapsados.

«En conclusión, el conocimiento y las habilidades digitales del paciente crónico son fundamentales para la implementación exitosa de estrategias de e-salud. Es necesario realizar esfuerzos para mejorar el nivel de alfabetización digital, y realizar una implementación gradual, pasando por un modelo de asistencia sanitaria mixta, donde coexistan canales digital y tradicional. Esto garantizará un acceso equitativo a la e-salud, y también empoderará a los pacientes crónicos y promoverá su participación activa en la gestión de su propia salud», se expone en las conclusiones del informe.

Con información de EFE