El té de hojas de laurel emerge como una nueva alternativa para los aficionados a las infusiones, tales como el té de manzanilla, té negro y té verde. Apto para paladares que prefieren sabores más robustos y menos dulces, esta variedad se posiciona como una excelente opción a cualquier colección de estas bebidas.
Su origen se remonta a las regiones mediterráneas, además de América del Norte y Central, donde se extraen las hojas del árbol de laurel, empleadas tradicionalmente en la gastronomías.
Las hojas de laurel, conocidas por su gusto fuerte y ligeramente amargo, han sido un ingrediente clásico en la preparación de sopas, guisos y salsas. Con un perfil de sabor que recuerda al orégano o al tomillo, también se han hecho un lugar en el mundo de las infusiones por sus cualidades aromáticas y gustativas.
¿Qué beneficios tiene el té de laurel?
La hoja de laurel se caracteriza principalmente por sus propiedades antioxidantes, componentes minerales y vitaminas. Es por ello que sus beneficios para la salud no han pasado desapercibidos para los científicos de distintas ramas.
Reduce colesterol y glucosa
Un estudio publicado en la revista Clinical Biochemistry and Nutrition halló que el consumo diario de uno a tres gramos de hojas de laurel se asociaba con una reducción entre 20 y 24% de los niveles de colesterol. Asimismo, se registró una disminución de entre 21 y 26% de los niveles de glucosa en la sangre. Estos resultados se observaron después de 30 días.
Con base en estos hallazgos, los autores concluyeron que las hojas de laurel pueden ayudar a disminuir los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Combate síntomas gastrointestinales
Las hojas de laurel se han utilizado tradicionalmente para el tratamiento de problemas gastrointestinales como flatulencias, eructos, hinchazón epigástrica y trastornos digestivos, según consigna el libro Medicinal Plants of South Asia.
En cuanto a evidencia científica, hay estudios en animales que hallaron que las hojas de laurel reducen el daño gástrico inducido por etanol (alcohol) y la diarrea inducida por químicos.
Apoya al sistema inmunitario
Debido a su alto contenido de vitamina C, las hojas de laurel pueden fortalecer el sistema inmunitario.
La vitamina C puede estimular las células llamadas Natural Killer (NK cells) – los linfocitos del sistema inmunitario que matan a las células infectadas por virus o bacterias- y, además, desacelerar la disminución de linfocitos después del ejercicio. Asimismo, podrían acelerar el proceso de recuperación de infecciones.
¿Cómo preparar té de laurel?
Estos son los pasos para preparar el té de laurel:
– Colocar trozos de hojas secas en una bolsa filtrante similar a la que se usa para otros preparados.
– Introducir la bolsa en una taza con agua en ebullición.
– Dejar reposar alrededor de 10 minutos. Ese tiempo de remojo podría ser menor, ya que el sabor es muy potente, según advierte la revista Well and Good.
¿Qué contraindicaciones tiene el té de laurel?
Hasta el momento, los estudios sobre los beneficios de las hojas de laurel no registraron efectos adversos notables con dosis regulares.
“La hoja de laurel y el aceite de laurel probablemente sean seguros para la mayoría de las personas en cantidades alimentarias”, detallan los autores del libro Medicinal Plants of South Asia. No obstante, advierten que podría ralentizar el sistema nervioso central (SNC).
“Existe la preocupación de que lo ralentice demasiado cuando se combina con anestesia y otros medicamentos utilizados durante y después de una cirugía”, agregan.
Con información de Infobae