Parisinos y turistas podrán bañarse a partir del 5 de julio y hasta finales de agosto en tres áreas del río Sena al paso por la capital francesa, un siglo después de que esa práctica quedara prohibida, gracias a los dispositivos diseñados para mejorar la calidad del agua para los Juegos Olímpicos de 2024.
El Ayuntamiento de París presentó este miércoles la campaña de baño en lo que califica de “reconquista del río” y que se concretará en tres puntos muy precisos, Bras Marie en el centro histórico de la ciudad, el barrio de Bercy y el de Grenelle, en las proximidades de la torre Eiffel.
En un dosier de prensa, precisó que esas tres áreas se cerrarán los días en los que las condiciones no permitan garantizar la seguridad porque la corriente del río sea muy fuerte, porque la calidad del agua sea insuficiente o porque se produzcan lluvias importantes.
Todos esos parámetros se analizarán cada día y los datos se actualizarán para informar a los que quieran zambullirse, que lo podrán hacer bajo la supervisión de socorristas en zonas acotadas, fuera de las cuales seguirá estando prohibido.
Los baños urbanos son posibles en París desde 2017, cuando se abrió un área, pero no en el Sena sino en el canal de Saint Martin, en la zona de La Villette, y después se ha extendido a un tramo aguas abajo en el mismo canal, más cerca del centro de la ciudad.
La posibilidad o no de que se celebraran varias pruebas de natación en el Sena fue uno de los principales culebrones de los Juegos Olímpicos de París, ya que hubo que aplazar alguna de ellas porque las condiciones del agua no eran las apropiadas, principalmente por el efecto de las lluvias abundantes de los días previos.
Desde 2016 se puso en marcha un vasto plan para reducir drásticamente los vertidos al río aguas arriba de París que no pasaban previamente por las depuradoras, así como la construcción de diferentes infraestructuras, en particular enormes depósitos para acumular el agua de lluvia para reducir la contaminación.
Todo eso supuso una inversión de 1.100 millones de euros y el trabajo continúa para disminuir todavía más esa contaminación en el Sena y en el Marne (que desemboca en el primero poco antes de su entrada en París).
Con información de EFE