Gabriel Escobar, un cultor con 45 años de trayectoria, describe la parranda navideña como una expresión de principios y valores. Con la firme intención de mantener vivo el legado de sus ancestros y de su hermano, se dedica a formar a niños y adolescentes en esta tradicional actividad.
Sus primeros pasos en las parrandas navideñas comenzaron con la cofradía San Juan Rico, en el barrio El Recurso, Maracay. Desde hace más de cuatro décadas escucha las melodías de la costa de Turiamo y de Cuyagua.
Para honrar la memoria de su hermano, quien fue un reconocido cultor e intérprete de la música del litoral aragüeño, creó una fundación para que las parrandas navideñas continúen resonando en comunidades como El Recurso, La Coromoto, La Romana y 23 de Enero tanto ahora como en el futuro.
“Desde hace cinco años hacemos parrandas con los chamos. Nuestra idea es recordar nuestro origen”, comenta Gabriel, de 62 años de edad.
El cuatro, la tambora y las maracas suenan junto al acompañamiento de los vecinos con la polifonía.
Sin embargo, el músico no está solo en la enseñanza de las parrandas navideñas a los más jóvenes. Oscar Chamoó, quien también es cultor desde hace 44 años, lo acompaña en este camino.
“Hablar de parranda es hablar de jolgorio. Mi madre, oriunda de Turiamo, fue quien nos inculcó cantarle a la alegría, al niño Dios, a la Virgen y eso se presta para que no se muera esta tradición”, enfatiza Chamoó, de 67 años.
Para él es un deber que se mantenga viva esta actividad durante la temporada decembrina en las comunidades de Aragua. También es educador, por lo que aprovecha en promover la cultura parrandera entre los más jóvenes en las aulas de clases.
La parranda de los Matos
En Caña de Azúcar, municipio Mario Briceño Iragorry (MBI), a pocos metros de la plaza Cruz de Mayo, vive la familia Matos, conocida por su agrupación cultural “la parranda de los Matos”. Todos los 21 de diciembre recorren las calles del sector para darle la bienvenida al espíritu de la Navidad.
Alí Matos, representante de la agrupación, explica que la idea de esta parranda nació en el 2008, cuando su hijo le propuso pasar un día diferente, por lo que la familia decidió armar una parranda.
“Hay familias que suelen hacer hallacas los 21 de diciembre y llevarles una parranda a sus casas es algo muy emotivo. La parranda se ha transformado en algo que nos piden todos los años”.
Aunque la parranda de los Matos la conforman los miembros de esta familia, hay vecinos que se han sumado a la agrupación para llevar alegrías a los habitantes de Caña de Azúcar.
“Tengo dos años como integrante de la parranda. Empecé acompañando a mi nieto que quería verlos tocar y cantar, eso fue hace cuatro años y dos años después me uní a la agrupación”, dice Mirian Caro, vecina de la localidad.
La agrupación también entrega un pequeño regalo a las familias que visita durante el recorrido del 21 de diciembre.
Cofradía San Juan Bautista
Una de las parrandas navideñas más populares de Maracay es la del sector La Maracaya, organizada por la cofradía San Juan Bautista desde hace más de cuatro décadas. Cada año, recorren las calles de la comunidad para celebrar la temporada decembrina con alegría y tradición.
“Siempre buscamos darle una alegría a la gente de la zona. Hay que rescatar las tradiciones, porque ahorita hay apatía y queremos que la cultura no muera”, precisó Antonio Teixeira, presidente de la agrupación.
Entre los objetivos de la cofradía San Juan Bautista está visitar al menos 25 viviendas en La Maracaya durante sus recorridos sabatinos en diciembre. Además, en algunas ocasiones, ofrecen apoyo a los vecinos enfermos utilizando los recursos que recolectan a lo largo del año.