Llevar un estilo de vida sedentario y pasar muchas horas sentado, independientemente de si se trata del tiempo de ocio que se dedica a ver la televisión, por ejemplo, o de la jornada laboral frente a un ordenador, tiene un impacto negativo sobre la salud y, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la falta de actividad física es el cuarto principal factor de riesgo de mortalidad.
Y cada vez hay más evidencias científicas que lo avalan, como un nuevo estudio realizado por científicos chinos que ha revelado que las mujeres que en su tiempo de ocio diario permanecían sentadas más de seis horas tenían muchas más probabilidades de desarrollar fibromas o miomas uterinos antes de llegar a la menopausia.
En concreto, los investigadores liderados por el Dr. Qiong Meng, de la Universidad Médica Kunming (China) encontraron que las mujeres más sedentarias tenían el doble de riesgo de desarrollar antes de la menopausia este tipo de tumores, que pueden causar síntomas como dolor, sangrado menstrual abundante o infertilidad. Sus hallazgos se han publicado en BMJ Open.
Los fibromas uterinos son los tumores benignos más comunes en mujeres en edad fértil, con una prevalencia que varía del 4,5% al 69%, han explicado los investigadores, que añaden que la obesidad vinculada al sedentarismo puede ser uno de los factores que contribuyan a su aparición: “Los estudios han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo para los fibromas uterinos”.
Sedentarismo, obesidad y déficit de vitamina D asociados a los miomas
La obesidad y un estilo de vida sedentario se han asociado también con un incremento de los niveles de estrógeno circulante y de otras hormonas que se sabe que favorecen la aparición de miomas, según han señalado los investigadores. Además, el sedentarismo contribuye a producir déficit de vitamina D, que también se considera un factor de riesgo para el desarrollo de estos tumores.
En el nuevo estudio, Meng y sus colegas analizaron los datos de 6.623 mujeres de toda China con edades comprendidas entre los 30 y los 55 años y que todavía no habían pasado por la menopausia. El 84% de las participantes había tenido más de dos hijos. El comportamiento sedentario incluyó estar sentada o acostada y actividades como ver pantallas, tejer, leer o jugar a juegos de mesa. Y la información básica recopilada incluyó su altura y peso, sus antecedentes menstruales y reproductivos, el número de hijos y la edad que tenían cuando nació el primero, su uso de anticonceptivos, el tiempo libre sedentario y el que dedicaban a la actividad física y cómo era su alimentación.
El comportamiento sedentario se clasificó como 1,5 o menos horas equivalentes metabólicas de tarea (MET)/día al estar sentado o acostado. Los MET indican cuánta energía en calorías se gasta por hora de actividad física. Se solicitó a las participantes que detallaran cuánto tiempo pasaban jugando juegos de mesa, frente a la pantalla, leyendo, tejiendo, o realizando otras actividades similares, y luego se dividieron en cuatro grupos de tiempo libre sedentario: menos de 2 horas/día; 2 a 3,99 horas/día; 4 a 5,99 horas/día; y 6 o más horas/día.
El 61% de las mujeres dedicaban entre 2 y 3,99 horas diarias de su tiempo libre a actividades sedentarias. El 8,5% de las mujeres (562) tenían fibromas uterinos, cuya prevalencia aumentaba con la edad. Las tasas fueron más altas (2,5 veces más altas) entre las personas de 50 años o más.
Los factores que se asociaron con el desarrollo de fibromas uterinos fueron el peso (IMC), el número de nacidos vivos (más de dos), el estado menstrual, el tiempo desde el último nacimiento vivo (de 13 a 17 años en adelante), la actividad física y el tiempo libre sedentario. Pero cuanto más sedentario era el tiempo libre, mayor parecía ser el riesgo de fibromas uterinos, y tras tener en cuenta factores potencialmente influyentes, el tiempo libre sedentario de seis o más horas al día se asoció con un riesgo dos veces mayor que el de las mujeres que le dedicaban menos de dos.
Si bien el tiempo de ocio sedentario no se asoció con la prevalencia de fibromas en mujeres premenopáusicas, sí se asoció con la prevalencia de fibromas en mujeres perimenopáusicas: el riesgo fue 5 veces mayor entre aquellas que informaron de 6 o más horas de ocio sedentario al día que en aquellas que acumularon menos de dos horas.
Al tratarse de un estudio observacional no es posible establecer una relación de causa y efecto, pero una posible explicación para las asociaciones observadas podría ser que el comportamiento sedentario esté relacionado con la obesidad, que es un factor de riesgo para los fibromas uterinos, dicen los investigadores. Tanto el sedentarismo como la obesidad aumentan el nivel de estrógeno del cuerpo.
Otras posibles explicaciones incluyen las conocidas asociaciones entre el comportamiento sedentario y los trastornos metabólicos, la inflamación crónica y la deficiencia de vitamina D, sugieren. “Este estudio transversal, basado en la población natural, demostró que [el tiempo libre sedentario] tiene una correlación lineal positiva con [los fibromas uterinos], lo que indica que [puede] ser un factor de riesgo independiente», concluyen.
Con información de 800 Noticias