Pescadores alertan sobre robo de motores en altamar

0

La escasez de especies como la cojinúas esta temporada, obliga a los pescadores de la península de Araya a recorrer 30,6 kilómetros ó 16 millas, hasta las aguas de la isla Cubagua, pese al peligro de ser atracados en altamar.

“Ya pasó la cosecha de jurel y aunque pegamos luz todas las noches, son pocas las cojinúas y los catacos que logramos”, explicó Juan Domínguez, pescador de la otra costa.

En el Golfo de Cariaco, la producción pesquera ha mermado en más de 60 %, mientras por la costa norte en sectores como Tocuchare, los pescadores solo han logrado extraer catacos de 16 centímetros, que sirven como carnada, porque  son muy pequeños para la industria.

Pescadores desconocen las razones de la escasez de especies típicas de la temporada en aguas sucrenses y, aunque no descartan que sea por acción del cambio climático, advierten que su mayor temor es convertirse en víctimas de la inseguridad en el mar.

La cosa va a ponerse fea porque volvieron los robos de motores y esa gente está armada hasta los dientes”, añadió Domínguez.

Pescadores lamentan que al parecer, los delincuentes también sean de la Península y con ello, insistieron en llamar la atención de las autoridades municipales y estatales para que les garanticen medidas de seguridad.

La situación país los hace revivir un círculo vicioso en el que pasaron de los atracos de motores entre 2018 y 2020, a la incapacidad para comprar aceite por limitaciones en el poder adquisitivo y la escasez de gasolina, para revivir esos mismos problemas en la actualidad.

Gasolina por pescado

“Después de la elección presidencial del pasado 28 de julio, volvieron a vender gasolina semanalmente, pero se mantiene la exigencia de arrimar la caja de pescado, además de pagar 10 dólares y quien no arrime su mejor cosecha, lo suspenden”, explicó Heriberto Rodríguez, presidente de la Asociación de Pescadores de la Península de Araya.

Lo positivo según el dirigente gremial, es que parte del dinero es utilizado por el Consejo de Pescadores para atender las escuelas y los ambulatorios.

Explicó que el expendio está garantizado para las embarcaciones que cuentan con los permisos vigentes de lo contrario, los pescadores deben comprar la gasolina dolarizada.

Cuando hay actos públicos garantizan 120 litros de gasolina por bote, pero actualizar los permisos cuesta un poco de plata que no tenemos fácilmente”, dijo un pescador que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

Pobreza, agua y electricidad

La pobreza y las fallas en los servicios públicos, afectan la calidad de vida del pueblo peninsular.

La escasez de agua potable está más vigente que nunca y los proyectos sociales no han llegado a feliz término, para garantizar el servicio a todos los pobladores.

En la Península de Araya la electricidad falla de dos a tres veces al día e incluso, los apagones se prolongan durante tres días.

Desde los poblados Manicuare hasta Taguapire padecen la falta de servicio y lo que más lamentan son las pérdidas de electrodomésticos como las neveras, cuyos motores superan los 80 dólares.

Pescadores subsisten con el dinero de la pensión, la jubilación y las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y producción, CLAP.

Para el compra de productos de primera necesidad es prioridad el desplazamiento de peninsulares y bodegueros hasta el mercado municipal de Cumaná, pero los vecinos deben gastar 200 bolívares en el transporte embarcaciones particulares, que zarpan los días: martes, jueves y sábado.

En alza

En el estado Sucre 783.471 personas, 79 % de la población, vive en situación de pobreza extrema y 625.067, 63 %,  tiene déficit de servicios públicos, de acuerdo al Informe de Seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja, EHC- HUM Venezuela, noviembre 2023.

Según las estimaciones de HUM Venezuela, 542.206 sucrenses 54,7%, tiene restricciones severas de acceso al agua potable.

Con información de Crónica Uno