En medio de su faena de pesca en aguas de la isla Pescaderos, al norte de Punta de Palmas en Los Puertos de Altagracia, un grupo de pescadores capturó a una tortuga de la especie Caretta Caretta, conocida como Cabezona o Caguama.
La actitud responsable de los pescadores, que apoyan los trabajos de conservación de esta especie, alertaron de inmediato a Lermith Torres, presidente del Movimiento Ambientalista MANGLE para su rescate, pues se presume que por ser esta un área de alimentación para ella, quedó atrapada en un palangre y un anzuelo le atravesó la cavidad bucal.
Torres explicó que una vez fue notificado por la comunidad, el mismo martes, 28 de mayo, cuando encontraron al ejemplar, informó a funcionarios del Ministerio de Ecosocialismo (Minec), quienes conocen la trayectoria de este grupo. De inmediato, las autoridades le dieron el aval para ejecutar el rescate.
En seguida activaron los protocolos de atención al ejemplar de más de 90 kilogramos. “La llevamos al albergue temporal de la ONG Mangle y luego de una evaluación médica hecha por veterinarios, fue trasladada a Maracaibo para su atención”, refirió el especialista en educación ambiental.
La veterinaria de vida silvestre, Libicni Rivero, también acudió al llamado para evaluar la condición médica del animal. Explicó que aunque intentaron retirar el anzuelo en el albergue, no fue posible. “No se pudo porque el animal tenía demasiada fuerza y no nos dejaba acceder hasta donde estaba el anzuelo. Además, era peligroso porque esta tortuga es la que tiene más libras de presión en la mordida, sin anestesia no se podía hacer nada, el procedimiento tenía que ser quirúrgico”.
Todo un éxito
Finalmente, trasladaron a la tortuga a Maracaibo y este jueves, 30 de mayo, la operaron en una clínica privada en horas de la tarde donde el doctor Elio Carrillo y Libicni Rivero trabajaron juntos en la remoción del anzuelo.
Lo primero que hicimos fue hacer una radiografía para saber en qué posición tenía el anzuelo y si estaba afectando algún órgano, afortunadamente no fue así. La operación tardó una hora y pudimos retirarlo con éxito”, dijo la veterinaria.
La especialista en fauna explicó que estos procedimientos tienen su nivel de complejidad debido a que estas especies son de metabolismos lentos, por lo que tardan mucho tiempo en despertar de la anestesia. Pero además, durante la operación, la respiración es mecánica.
“Una vez que se anestesia de manera general, ella no respira, hay que ponerle un tubo con un balón para respirar por ella. Es una de las fases críticas de atenderlas porque cae en paro respiratorio. Entonces es un trabajo arduo que requiere de mucha responsabilidad”.
Rivero explicó que el anzuelo atravesó el tejido de la boca y de la lengua, la punta quedó afuera así que ellos solo tuvieron que cortarlo en un extremo y extraerlo. “Gracias a Dios no fue tan complicado, porque hay casos en los que se presenta desgarre en el esófago y hemorragias, pero en este caso, no sucedió”, dijo.
El animal respondió satisfactoriamente, despertó bien. La noche de este jueves, 30 de mayo, la trasladaron a las instalaciones del Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam). En esa institución recibirá antibióticos y antinflamatorios por tres días y se verificará que pueda alimentarse sola. Posteriormente, será liberada, decisión que está a cargo del MINEC y el Iclam.
¿Por qué los pescadores atrapan tortugas marinas?
Una de los artes de pesca empleada en el Zulia es el palangre que consiste en una línea de nylon de hasta 10 kilómetros de largo, llamada línea madre, situada en el fondo o suspendida de forma horizontal con ayuda de boyas de superficie. Esta a su vez mantiene otras líneas verticales donde los pescadores fijan en anzuelos cabezas de pollo o vísceras como carnada.
En el golfo de Venezuela se consiguen cinco especies de tortugas: Verde, Laúd, Carey, olivácea y Caguama, todas en peligro de extinción.
El golfo de Venezuela y por ende el Lago de Maracaibo, son zonas de alimentación para esta especie carnívora. Generalmente se alimentan de pescados y caracoles, pero su alimento predilecto es el cangrejo azul, conocido en el occidente como jaiba, especie que abunda en las aguas del estuario zuliano.
Los especialistas presumen que Nicole, nombre con el que la bautizó una niña de Los Puertos de Altagracia, iba detrás de las cabezas de pollo y al querer comer la carnada, quedó enganchada. Cuando el pescador intentó sacar la línea, en la acción de halar, fue atravesada por el anzuelo. Fue una pesca incidental.
Se salva una vida
Esta es la segunda tortuga Caretta Caretta que logran rescatar ambientalistas zulianos. La primera fue el 14 de septiembre de 2021 en el sector Santa Rosa de Agua y pesaba 130 kilogramos. Lamentablemente, murió 14 días después de su rescate por una obstrucción intestinal a causa de la ingesta de plástico.
Nicolle es una hembra de 92 kilos, adulta, en plena edad reproductiva. El largo curvo de su caparazón es 91 centímetros y el ancho curvo de su caparazón es de 85 centímetros. “Hicimos un ecograma para verificar si tenía huevos, porque de ser así el protocolo de acción sería diferente, pero no lo estaba y los intestinos se vieron bien”, agregó Rivero.
Para la veterinaria y miembro de la Asociación Civil Corazón Verde, este es un animal sumamente valioso. “Es de admirar que los pescadores decidieran perdonarle la vida y entregarla voluntariamente para que pudiera se atendiera. Ecológicamente hablando es una hembra que ya está en edad reproductiva. Por eso es muy valiosa, porque cuando se libere, probablemente irá a su zona de reproducción a encontrarse con los machos para aparearse, tener sus huevos y luego sus tortuguillos”, dijo la veterinaria.
El caparazón de la tortuga estaba totalmente limpio, tiene buena condición corporal, buen peso y color. Está sana y estable”, agregó Rivero.
Generalmente, cuando alguna de estas especies queda atrapada en la red, los artesanos la sacrifican para aprovechar su carne. Pero esta valiente acción de los pescadores de Punta de Palmas es la consecuencia del trabajo de orientación y educación que las organizaciones ambientales como el Movimiento Ambientalista MANGLE, hacen en la zona.
“Hay que valorar mucho la actitud de los pescadores, porque generalmente cuando pasan estas cosas la sueltan en el lago sin importar si muere o no, o se la llevan para alimentarse. Entonces, nosotros aplaudimos este gesto que tuvieron la responsabilidad de informar y permitir que trabajáramos la especie sin problema. Eso me tiene contento. Es gente con un compromiso y una conciencia para apoyar la lucha de conservación ambiental de especies que están en peligro de extinción”, recalcó Lermith Torres.
Con información de Crónico Uno