Para elevar su vida, Devyn Aiken pasó por el quirófano y, eliminar su “mayor inseguridad”, le dio la fuerza para salir de un matrimonio “infeliz”.
“Me siento extremadamente sexy”, dijo a New York Post Aiken, de 30 años, nacida en Filadelfia. “Mi nueva nariz es lo que me motivó a elegirme a mí misma y finalmente terminar mi miserable matrimonio”.
Se sometió a una rinoplastia de 11.000 dólares en noviembre, reduciendo su prominente nariz a su tamaño actual. El costoso pero crucial procedimiento facultó a la chica para exigir el divorcio en diciembre tras siete años de matrimonio.
Las impresionantes imágenes de su asombrosa transformación han obtenido más de 4,5 millones de visitas en TikTok de sus fans asombrados.
“Me despierto y me siento mucho más feliz”, dijo Aiken sobre su cirugía de nariz “glow up”, una nueva brillantez que también atribuye a su desunión. “Tengo la oportunidad de vivir el resto de mi vida sintiéndome así”.
Aiken, que fue objeto de burlas sin piedad por su nariz demasiado pronunciada, ahora también se siente “más sexy”.
“La escuela intermedia fue una época muy difícil para mí”, dijo la millennial. Ni uno de sus padres, ni ninguno de sus cuatro hermanos, compartían su perfil prominente: todos nacieron con narices estándar.
Verse diferente a los demás, es decir, a sus compañeros, hizo que Aiken entrara en una espiral de depresión.
“Luché inmensamente debido a la intimidación de los chicos”, recordó sobre los imbéciles que la llamaban “bruja”, “tucán” y “Pinocho”.
Los incesantes ataques a su imagen pesaron tanto sobre la autoestima de Aiken, que se conformó con una relación desafortunada.
“Nos dimos cuenta de que nos casamos prematuramente y que realmente no nos conocíamos tan bien”, dijo la chica de Pensilvania, quien se casó con su exnovio a los 23 años. Aunque le encantaba su nariz original, Aiken dijo: “Discutíamos mucho. Simplemente no estábamos alineados”.
Con información de La Patilla
