Adoptar a un perro es sinónimo de salvar una vida. Es darle una oportunidad a este animal que necesita no solo de un hogar y alimento, también de amor y compañía.
La adopción disminuye la sobrepoblación de animales, ya que al adoptar siempre deberá entregarse con esterilización.
También incentiva la tenencia responsable de animales de compañía, y lo más importante, te llenará de mucho amor sin importar ninguna de tus condiciones.
¿Por qué un adulto?
Cuando las personas asumen responsablemente adoptar una mascota, generalmente optan por perros o gatos cachorros, por ejemplo; pero no es la única alternativa.
Llevarte a casa un perro adulto también representa una buena decisión, ellos serán un fiel compañero y agradecerán la oportunidad, ya que estadísticamente tienen menos opciones de ser adoptados.
Además, gracias a que estos animales suelen permanecer mucho más tiempo en los refugios que los cachorros, aprenden a interactuar con otros perros y hasta con personas desconocidas.
Incluso, es posible que puedas distinguir fácilmente si son tranquilos, leales y si les gusta convivir con niños. Esto se debe a que un can adulto ya tiene su personalidad definida, es decir, que no te llevarás una sorpresa posterior o un cambio de carácter o personalidad.
Por otra parte, no tendrás que hacer reformas o mudarte a un lugar más amplio porque el animal ya ha superado la etapa de crecimiento.
Finalmente, estarán agradecidos de vivir contigo, pues han pasado parte de su vida solos, y la etapa de adaptación y aprendizaje de las normas del hogar será mucho más corta.
En tal sentido, la clave está en brindarles mucho cariño para que así se sientan parte de un hogar y agradecidos por la oportunidad brindada.
Con información de 2001