Los científicos han logrado finalmente hallar una explicación de por qué los perros más grandes tienen una esperanza de vida más corta que los más pequeños. Según las conclusiones alcanzadas, la cría selectiva por tamaño ha hecho que las razas grandes sean más susceptibles al cáncer.
Expertos de la Universidad de Adelaide (Australia) desarrollaron un plan de trabajo para averiguar las causas de las diferencias en la esperanza de vida en 164 razas de perros, desde chihuahuas hasta gran danés.
Por término medio, los perros de razas grandes suelen vivir entre 8 y 10 años, mientras que los pequeños llegan a los 15 y en algunos casos rozan los 20, según los expertos.
“Cuando analizamos estos conjuntos de datos, descubrimos que los perros más grandes tenían más probabilidades de morir de cáncer a una edad más temprana en comparación con los perros más pequeños”, manifestó Jack da Silva, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida.
“Los perros más grandes no necesariamente envejecían más rápido que las razas más pequeñas, pero la investigación mostró que a medida que aumentaba el peso corporal promedio de la raza, también aumentaban las tasas de cáncer”, añadió.
“Creemos que la relación entre el tamaño del cuerpo de un perro y su esperanza de vida puede deberse a un retraso evolutivo en las defensas contra el cáncer del cuerpo, que no pueden seguir el ritmo de la rápida y reciente cría selectiva de perros más grandes”, según este investigador.
El estudio, publicado en la revista The American Naturalist, comprobó que la esperanza de vida más corta era consistente con una teoría del envejecimiento conocida como optimización de la historia de vida o “soma desechable”.
O crecer o preparar las defensas
“Esta teoría se basa en la idea de que, si inviertes la mayor parte de tus recursos y energía en el crecimiento y la reproducción, no puedes invertirlos también en la reparación celular y las defensas contra el cáncer. En todos los organismos, la atención se centra en la reproducción temprana, incluso a expensas de mantener y reparar el cuerpo y vivir más tiempo”, dijo da Silva.
Los resultados también podrían ser útiles para estudiar el envejecimiento en humanos, señaló.
“Los perros representan un buen modelo para estudiar el envejecimiento en humanos. Los perros, como los humanos que viven en el mundo industrializado, habitan en un ambiente que tiende a protegerlos de causas de muerte accidentales e infecciosas y, por lo tanto, tienen más probabilidades de morir por enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer“, indica el investigador.
Aunque los resultados de este trabajo pueden causar preocupación entre los dueños de perros grandes, los investigadores prevén que las razas más grandes evolucionarán progresivamente para desarrollar mejores genes para combatir el cáncer.
“La mayoría de las aproximadamente 400 razas de perros que conocemos hoy en día han aparecido en los últimos 200 años. Los perros más grandes no han tenido tiempo de desarrollar mejores mecanismos de defensa contra el cáncer para que coincidan con su tamaño. Esto aún podría suceder, pero puede llegar a costa de la reproducción”, explicó da Silva.
El profesor predice que las razas más grandes se adaptarán y alargarán su vida útil, pero según la teoría del envejecimiento, es más probable que tengan camadas más pequeñas en el futuro.
“Esto puede ocurrir de forma natural o a través de la crianza selectiva, criando perros grandes que tienen tasas de cáncer más bajas y, por lo tanto, una mayor longevidad”, dijo.
Esta investigación fue el resultado de un estudio de análisis comparativo de un año de duración que utilizó datos publicados sobre razas de perros de todo el mundo.
El profesor da Silva actualmente está investigando la conexión entre el tamaño de la camada, las tasas de cáncer y la esperanza de vida en perros y otros mamíferos.