Qué es el «lifting deep plane», la técnica para rejuvenecer el rostro

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Foto: Archivo

Con el tiempo, es común que el rostro muestre signos de envejecimiento, como la pérdida de elasticidad, atribuida a la reducción de colágeno y elastina. Sin embargo, la flacidez facial no se origina simplemente por un exceso de piel, sino más bien por la distensión de los ligamentos de retención faciales. Estos ligamentos actúan como pilares que sostienen la piel, la grasa y los músculos del rostro. Cuando se distienden, la gravedad contribuye al descolgamiento de los tejidos, lo que ha llevado al desarrollo de técnicas como el lifting deep plane para combatir este problema.

El lifting deep plane, según el cirujano maxilofacial Alejandro Mazarro, se diferencia del lifting tradicional en que trabaja en un plano profundo, debajo de la musculatura del rostro, a nivel submuscular. A diferencia del lifting superficial que se realiza justo bajo la piel y por encima de la musculatura, el lifting deep plane permite un abordaje menos traumático debido a la ausencia de vasos sanguíneos y adherencias en el plano submuscular. Esto resulta en una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente.

En esta técnica, se reconstruyen los ligamentos de retención faciales y se les devuelve la tensión original. Según Mazarro, este procedimiento permite que la grasa y la musculatura del rostro vuelvan a su posición original, restaurando la apariencia previa al envejecimiento de manera más natural, ya que la piel no se estira de forma excesiva como ocurre en el lifting tradicional. En el lifting tradicional, la piel y la musculatura pueden ser estiradas de manera que resulte en un aspecto menos natural.

Aunque el lifting deep plane es una técnica menos invasiva, sigue siendo un procedimiento quirúrgico que debe realizarse en un quirófano con las debidas medidas antisépticas. No siempre es necesario el ingreso hospitalario, salvo en casos donde el paciente lo prefiera o tenga condiciones de salud que requieran un monitoreo más exhaustivo. Para este procedimiento, aunque algunas clínicas ofrecen sedación endovenosa para tranquilizar a los pacientes, Mazarro recomienda la anestesia general, en línea con las guías de la Sociedad Europea de Anestesiología. La anestesia general permite un mejor control de la ventilación y reduce la necesidad de altas dosis de sedantes, lo que disminuye las complicaciones respiratorias y facilita un postoperatorio más llevadero.

En cuanto a la recuperación, Mazarro indica que el lifting deep plane permite una recuperación más rápida e indolora comparada con el lifting tradicional, aunque esto no exime al paciente de seguir ciertos cuidados. Se recomienda un reposo relativo de 15 días y evitar actividades deportivas intensas durante un mes. Además, es crucial evitar la exposición solar y cargar peso durante el periodo de recuperación. Desde el primer día del postoperatorio, es beneficioso realizar actividades suaves para favorecer la circulación sanguínea. Las cicatrices del lifting deep plane, que se diseñan cuidadosamente para ser mínimas y discretas, tienden a volverse prácticamente invisibles a partir del cuarto mes postoperatorio.

El lifting deep plane se recomienda principalmente para personas entre los 45 y 60 años, aunque Mazarro ha notado un aumento en pacientes más jóvenes, incluso menores de 35 años, interesados en el procedimiento. La intervención en edades más tempranas puede evitar cambios drásticos en el futuro y facilitar un mejor postoperatorio, especialmente en personas con un buen estado de salud. Sin embargo, Mazarro señala que es cauteloso al intervenir en pacientes menores de 45 años, salvo que exista una justificación clara, como grandes pérdidas de peso o problemas hereditarios de definición cervical.

Finalmente, Mazarro subraya la importancia de acudir a profesionales con experiencia en lifting deep plane para recibir un asesoramiento personalizado. Cada caso debe evaluarse en su contexto particular, considerando factores como el fotoenvejecimiento cutáneo, la atrofia grasa y la herniación de las bolas de Bichat, entre otros. Esto asegura que el tratamiento sea adecuado y efectivo para conservar la expresión y estructura facial propia del paciente.

Con información de Mejor con Salud