Dormir poco afecta negativamente el desempeño en todas tus actividades diarias, hace que tengas niveles de energía bajos o incluso que experimentes problemas como niebla mental y dificultad para concentrarte.
La mayoría de las personas necesitan dormir entre 7 y 9 horas cada noche para funcionar bien, para mantener una buena salud y para evitar la fatiga y el burnout, pero hay muchas cosas que pueden afectar el tiempo y la calidad de sueño, y a veces hay que aprender a funcionar cuando la noche anterior no fue ideal.
“Dado que la falta de sueño puede tener muchos efectos negativos, incluso una sola noche sin dormir podría afectar gravemente. La somnolencia después de la privación de sueño puede ponerle en riesgo de sufrir accidentes, perjudicar su rendimiento físico y perjudicar su memoria, aumentando incluso la probabilidad de desarrollar falsos recuerdos”, dice Sleep Foundation.
Cuando la falta de sueño es un problema recurrente, lo ideal sería ir al médico para descubrir las causas y las mejores formas de solucionar el problema, pero, si se trata de algo ocasional, entonces se pueden dar ciertos pasos para evitar sentir que no tienes energía o que no puedes pensar claramente.
Apóyate de la cafeína
Tomar café (o algún tipo de té o chocolate, que también contienen cafeína) ayuda a muchas personas a sentirse más despiertas y con energía. El café además contiene antioxidantes y puede ayudarte a mejorar tus habilidades cognitivas y a reaccionar más rápido, pero los expertos dicen que no hay que abusar.
Lo que se recomienda es no superar las 4 o 5 tazas por día, ya que en exceso puede hacer que experimentes ansiedad o taquicardia.
Sal a caminar
Tal vez, lo último que quieres hacer cuando dormiste mal o poco, y estás cansado, es salir a caminar o hacer ejercicio, pero la ciencia ha confirmado que la actividad física también puede ayudar a que tengas más energía y a que te sientas despierto.
Además, si sales a caminar, también puedes tener un poco de luz solar, que le va a indicar a tu cerebro que es hora de estar despierto. Caminar también ayuda a que te relajes, a que baje el estrés y a que aclares tu mente.
Hidrátate bien
La deshidratación aumenta la sensación de cansancio, además de que empeora la niebla mental y puede hacer que tengas un desempeño más bajo en tus actividades, es por esto que hay que empezar el día tomando un poco de agua, y que consumas una cantidad adecuada a lo largo del día para que tu cuerpo y tu cerebro puedan estar en las mejores condiciones posibles.
Toma una siesta
Una “power nap” puede ayudarte a recuperar la energía y a combatir la fatiga. La recomendación es hacerlo antes de las 3 pm (para que no altere tus patrones de sueño o cause problemas para dormir por la noche) y que no supere los 20 minutos, ya que una siesta muy larga puede aumentar el cansancio.
Elige alimentos que te den energía
Comer bien también ayuda a mantener un buen nivel de energía. No acudas directamente al azúcar, ya que eso causa picos que bajan tan rápido como suben, mejor busca alimentos que te den un nivel más estable y que permiten que te sientas mejor.
“Sin embargo, se ha demostrado que ciertos alimentos saludables ayudan a reducir la gravedad de la fatiga crónica. Entre ellos se incluyen los cereales integrales, las verduras, las frutas y los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, como el pescado, el marisco, los frutos secos y las semillas”, dice Sleep Foundation.
Toma pequeños descansos entre tus horas de trabajo
Trabajar, en lo que sea que hagas, es agotador. Tu cuerpo y mente se van cansando más y más conforme pasan las hora de trabajo, y es peor cuando ya estás cansado en primer lugar. Lo que debes hacer es determinar pequeños momentos para tener descansos a lo largo del día, en especial después de sesiones de trabajo duras o demandantes.
5 minutos son suficientes, siempre y cuando te separes de la pantalla y de la silla, y hagas algo que te ayude a recuperarte (como caminar, escuchar música o hacer estiramientos).
Vía GQ en Español
