Los inductores de colágeno natural son sustancias inyectadas en la piel para activar la producción de colágeno, la proteína responsable de proporcionar volumen, elasticidad y firmeza, características típicas de una apariencia juvenil.
El colágeno es una proteína presente en la piel, músculos, huesos, tendones, cartílagos, cabello y córnea, siendo la proteína más abundante en el cuerpo humano. Su función principal es aportar flexibilidad y resistencia a los tejidos. Sin embargo, a partir de los 30 a 40 años, la producción natural de colágeno disminuye, lo que se manifiesta en signos de envejecimiento como arrugas, flacidez y pérdida de humedad. Además, la falta de colágeno puede causar problemas de salud como várices, esclerosis sistémica, síndrome de Marfan, fibrosis submucosa oral, epidermólisis ampollosa, síndrome de Ehlers-Danlos y poca movilidad articular.
¿Qué son los inductores de colágeno natural y para qué se usan?
Los inductores de colágeno natural son productos que se introducen en la piel para estimular la producción de colágeno. Estos productos, a menudo hilos de sutura quirúrgica, son biocompatibles y absorbibles por el cuerpo con el tiempo. Entre las sustancias más comunes utilizadas están el ácido poliláctico, la policaprolactona, la hidroxiapatita cálcica y el betafosfato tricálcico. Estos compuestos inducen una fibrosis que promueve la síntesis de colágeno, ayudando a reducir la flacidez y a reafirmar la piel.
¿Cómo se realiza el tratamiento de inducción de colágeno?
El tratamiento comienza con una evaluación médica para determinar el área a tratar y el inductor de colágeno más adecuado. Se limpia el área y se aplica anestesia tópica para minimizar las molestias. Las inyecciones se realizan en zonas con flacidez, como el rostro, brazos, abdomen, muslos y glúteos. En el rostro, las áreas más tratadas incluyen los surcos nasolabiales, el contorno del mentón, la línea submandibular, la zona submalar y los pómulos. Generalmente, se requieren múltiples sesiones, con cada sesión tomando aproximadamente 20 minutos y un intervalo de un mes entre ellas.
Cuidados post-tratamiento
Después del tratamiento, se recomienda evitar el ejercicio y el agua caliente durante las primeras 24 horas y protegerse de la exposición solar intensa durante una semana.
¿Para quiénes se recomienda?
Los inductores de colágeno natural están indicados para personas que notan flacidez o pérdida de volumen facial, especialmente a partir de los 35 años. Sin embargo, no son útiles para personas muy mayores con baja capacidad de regeneración de colágeno.
¿Cuándo se notan los resultados?
Los resultados inmediatos en el volumen facial son transitorios, desapareciendo a las 48 horas. La producción de colágeno estimulada por los inductores se observa después de 15 a 20 días, con resultados definitivos a las 3 o 4 semanas. Los efectos pueden durar entre 6 meses y un año, dependiendo del paciente y el área tratada. Mantener una buena alimentación, hidratación, protección solar y evitar el tabaco puede prolongar los resultados.
Beneficios de los inductores de colágeno natural
- Estimulan la producción de colágeno tipo 1 y 3.
- Son compatibles con diferentes tipos de piel.
- No afectan la expresión natural del rostro.
- Ayudan a definir el contorno facial.
- Previenen la pérdida de firmeza.
- Reducen la flacidez.
Posibles efectos secundarios y contraindicaciones
El tratamiento con inductores de colágeno natural se considera seguro y generalmente produce pocas reacciones adversas. Sin embargo, algunos estudios han informado la aparición de nódulos subcutáneos tras la aplicación de hidroxiapatita de calcio.
Efectos secundarios
Entre los efectos secundarios posibles se incluyen dolor, enrojecimiento, inflamación y hematomas en el área tratada. Estas reacciones son poco frecuentes y, cuando ocurren, no suelen ser graves, permitiendo que los pacientes continúen con sus actividades diarias sin problemas significativos.
Contraindicaciones
El uso de inductores de colágeno natural no se recomienda en casos donde la flacidez de la piel se debe a la acumulación de grasa, ni en pacientes con sobrepeso excesivo o obesidad mórbida.
En general, el tratamiento es considerado seguro si lo realiza un profesional médico especializado y en condiciones sanitarias adecuadas.
Con información de Mejor con Salud