La masturbación femenina, a diferencia de la masculina sigue siendo un tabú a pesar de los avances en educación sexual.
Esta es una práctica voluntaria que va más allá del placer sexual que pueda experimentar la mujer, pues aporta beneficios como aliviar dolores, especialmente los relacionados con los malestares menstruales, aumenta su conciencia corporal y mejora la salud y bienestar.
Es decir, la acción de masturbarse forma parte de la salud sexual, y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), este es un aspecto fundamental para la salud y bienestar general de las personas, las parejas y las familias. “La salud sexual considerada afirmativamente, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras”.
Partiendo de ello, masturbarse es una acción placentera que tanto hombres como mujeres desde su intimidad, deberían hacerlo sin temor a ser señalados, juzgados o criticados.
¿Por qué debe normalizarse la masturbación femenina?
Según un estudio publicado por Superdrug`s Online Doctor, el 88% de las mujeres admite masturbarse, y además acota que, lo hacen en una media de dos días por semana.
¿Por qué lo hacen? Porque cada persona es responsable de su propio placer y de vivir la sexualidad plenamente, refiere el psicólogo y sexólogo de Psicoparrner, Luis Guillén Plaza.
Además, masturbarse tiene muchos beneficios físicos y psicológicos para la mujer, los cuales van desde la liberación de las hormonas dopamina, serotonina y oxitocina, que influyen directamente en estados de ánimos positivos.
También ayuda a relajar los músculos, fortalecer el suelo pélvico, liberar tensión, reducir la ansiedad y el estrés, inducir el sueño, y aumentar la lívido y el deseo sexual.
Por otra parte, la masturbación femenina mejora la autoestima y confianza, fortalece la conexión emocional y física consigo misma, y aumenta la capacidad de concentración.
¡Sí a la estimulación!
Muchos expertos están a favor de la masturbación femenina por los efectos positivos sobre la salud, ya que esta práctica no solo ayuda a que la mujer conozca mejor su cuerpo y mejore su vida sexual, sino que también, mejora el estado de ánimo, mejora la calidad del sueño, acaba con el estrés, la depresión y la irritabilidad.
Cuando la mujer se masturba no causa molestias ni interfiere con su vida diaria, tampoco puede quedar embarazada ni contraer enfermedades de transmisión sexual; es decir, es una práctica absolutamente inofensiva con muchos beneficios físicos y psicológicos.
Con información de 2001
