Ismael Calzadilla comenzó su primera sesión de quimioterapia en Maturín. El hombre de 61 años de edad, engrosa la lista de nuevos pacientes diagnosticados con cáncer en vías digestivas en el estado Monagas.
A inicios de año le detectaron un tumor mesenterio en el colon. Fue operado y ahora cumple con su tratamiento en la unidad de Oncología Médica del Hospital Manuel Núñez Tovar.
César Álvarez, especialista en Oncología y coordinador de la unidad de Quimioterapia del centro de salud capitalino, alertó sobre la alta incidencia de casos de pacientes con cáncer de colon, estómago, duodeno y páncreas.
Las estadísticas muestran un alza significativa en comparación al 2023. “Entre los meses de enero y junio, repasamos la cifra del año pasado”.
De acuerdo con el historial clínico, cerca de 96 pacientes han sido diagnosticados con esta patología. Álvarez explica que la mayoría de los casos son detectados en quirófanos, porque suelen confundirse con cuadros de apendicitis.
Los tumores por alguna razón obstruyen la luz del tubo digestivo y comienza un proceso parecido a la apendicitis”, detalla. Dice que no hay síntomas iniciales y cuando el equipo de cirugía recibe al paciente de emergencia para explorarlo, en vez de conseguir una apendicitis, hallan el tumor.
Sostiene que no todos los pacientes cuentan con la disponibilidad económica para realizarse estudios imagenológicos, previo a la cirugía.
“El cáncer no distingue sexo, edad, procedencia, creencia religiosa o estatus social”, dice.
Otras de las patologías recurrentes son las de mama, testículos, sarcomas y de piel.
La alimentación es clave
Álvarez comentó que hasta 2015, no existía incidencias elevadas de pacientes con cáncer en vías disgestivas como se registra en la actualidad.
“Ahora los casos son predominantes y la dieta del venezolano en general influye en gran medida en estos resultados”, comentó.
Refiere que las familias no están recibiendo una buena alimentación por el bajo poder adquisitivo de los padres de familia.
¿Cuánto cuesta un kilo de carne y una mortadela o demás embutidos?. Un padre de familia con su condición económica y teniendo un niño llorando por hambre, ¿qué hace?. Debemos alimentar a nuestras familias pero lo hacemos de manera inadecuada”, dice el médico oncólogo.
Álvarez acota que también existen factores genéticos que abonan al aumento de casos. Sin embargo, hace hincapié en que el incremento de nuevos diagnósticos se debe mayormente a factores externos.
El criterio lo afianza en el comportamiento actual de la población, si se compara con la de 20 años atrás. “No es momento de buscar culpables, es hora de conseguir la forma de sobrellevar el tema”.
Exhorta a empresas nacionales y extranjeras revisar lo que producen, la cantidad de sal nitrogenada, conservantes y demás productos en los alimentos que son distribuidos en los diferentes comercios del país.
De igual modo, destaca que existen signos de alerta que pueden ayudar a un diagnóstico precoz de cáncer en las vías digestivas. Cambios de hábito intestinal, rastros de sangre en heces, flatulencias, pérdidas de peso y fogaje entre las 5:00 y las 9:00 p.m., persistente por 21 días o más, son los más recurrentes.
Cáncer de mama sigue repuntando
La vida de la docente María Núñez cambió radicalmente en enero pasado, cuando a través de los estudios médicos le confirmaron la presencia de células malignas en sus senos.
En marzo la intervinieron quirúrgicamente y va por su tercera quimioterapia. Con ella, un centenar de mujeres luchan para vivir, como Luisa González.
Durante la conversación con la docente, todos se detuvieron a mirar la mujer que salió de la oficina de su médico tratante con una campana en la mano. Fue inevitable que los presentes contuvieran las lágrimas y auparan a la mujer que recibía el alta médica.
Tengo pacientes de 20 a 27 años que ya padecen de cáncer de mama, es una situación que es muy preocupante”, expresó el doctor, al rechazar las creencias culturales para evitar que pacientes acudan a especialistas para el diagnóstico y tratamiento.
Sin más capacidad
En la sala de Oncología Médica, en el quinto piso del Hospital Central de Maturín, se atienden diariamente a más 14 pacientes, provenientes no solo de Monagas. Llegan también de Sucre, Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro y Guárico.
En nuestra sala de quimio no tenemos más capacidad. El doctor que estaba en Tucupita renunció y esos pacientes son atendidos aquí. Rebozamos el límite y estamos carentes de personal”, dijo.
En esta unidad clínica hacen falta un mínimo de cuatro enfermeras más. En el caso de los médicos, solo hay cuatro especialistas, dos en el Hospital Central y los otros dos, en el ambulatorio Dr. José María Vargas, en el sector Los Guaritos de Maturín.
“Estamos saturados de pacientes. Con todas las dificultades damos respuestas a la población y no nos quejamos”, afirma.
Compran medicamentos
Nancy Brito es paciente de cáncer de mama. Al igual que Núñez y Calzadilla, debe ingeniársela para cumplir con sus quimioterapias. Expresa que desde que inició su tratamiento había carencia de medicamentos.
En la farmacia de alto costo del Seguro Social es irregular la entrega de tratamiento. Recurren al sector privado para adquirir sus fármacos y no interrumpir sus sesiones de quimioterapia. Invierten entre 100 y 400 dólares, sin contar vitaminas, yelcos, entre otros insumos.
Cuando el médico nos receta ocho medicamentos, el Seguro Social entrega dos o tres. Lo demás corre por la cuenta de cada paciente y los fármacos de la India son los más económicos”, dice.
Pese a los cuestionamientos de estos medicamentos, asegura que la mayoría de los pacientes los compran por tener buenos precios. Pueden conseguirse hasta un 50 % menos en comparación a fármacos de laboratorios nacionales.
Con información de Crónica Uno