Los riñones desempeñan un papel fundamental en la eliminación de desechos y el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Cuando estos órganos comienzan a fallar, pueden manifestarse diversas señales que no siempre son evidentes al principio. Reconocer estos síntomas a tiempo puede ser clave para recibir un tratamiento adecuado y evitar complicaciones. Aquí te dejamos una guía de los más comunes.
Cambios en la micción
Una de las primeras señales de enfermedad renal es la alteración en la frecuencia, cantidad o apariencia de la orina. Puede haber un aumento o disminución en la necesidad de orinar, espuma excesiva, color oscuro o sangre en la orina.
Hinchazón en el cuerpo
Los riñones eliminan el exceso de líquidos del cuerpo. Si no funcionan correctamente, se puede acumular líquido en los pies, tobillos, manos o rostro, causando hinchazón.
Fatiga y debilidad
La disminución en la producción de eritropoyetina, una hormona renal encargada de la producción de glóbulos rojos, puede causar anemia y generar fatiga extrema, debilidad y dificultad para concentrarse.
Dolor en la zona lumbar
Algunas enfermedades renales, como los cálculos o infecciones, pueden provocar dolor en la parte baja de la espalda o en los costados.
Presión arterial alta
Los riñones regulan la presión arterial. Cuando están dañados, la presión puede aumentar y agravar aún más la función renal.
Picazón y piel seca
La acumulación de toxinas en la sangre puede provocar comezón intensa y sequedad en la piel.
Pérdida del apetito y náuseas
La acumulación de desechos en el cuerpo puede generar pérdida de apetito, náuseas o vómitos frecuentes.
Con información de 2001