Shohei Ohtani comandó a la selección de Japón a ganar el Clásico Mundial de Béisbol de 2023. En la final contra Estados Unidos ponchó para el último a Mike Trout, su compañero del momento en los Angelinos de Los Angeles y posiblemente el mejor pelotero de su generación. Aquel día se fue de 3-1 con un sencillo y fue el cerrador del encuentro, algo nunca antes visto en el torneo mundialista. 548 días después, el nipón volvió a hacer historia con múltiples logros inéditos.
Por supuesto, lo principal fue llegar a los 50 jonrones y 50 bases robadas, convirtiéndose en el primer hombre en lograrlo. Es difícil buscar algo que se le compare, sabiendo que hace exactamente un año fue sometido a una segunda cirugía Tommy en su codo derecho y ha pasado los últimos 12 meses en rehabilitación. No había certeza sobre la fecha exacta de su regreso al terreno como bateador designado, pero hizo lo posible por acelerar su recuperación y estar listo para su debut con los Dodgers de Los Angeles en Corea del Sur. Ahí comenzó el viaje legendario, como legendaria fue su actuación del jueves por la noche en la Pequeña Habana.
Se fue de 6-6 con: sencillo, dos dobles, tres jonrones, dos bases robadas y una decena de carreras empujadas. Es el único pelotero en la historia que ha puesto tales números en un juego.
Pocas veces se le ha visto tan efusivo en un terreno, pero de las que se pueden contar, dos han sido en loanDepot park. «Probablemente los momentos más memorables de mi carrera han sido en este estadio y se ha convertido en uno de mis parques favoritos», dijo Shohei Ohtani después del compromiso en su encuentro con los medios.
15.548 aficionados se dieron cita en el recinto y le propiciaron una merecida ovación, también poco usual en el Sur de Florida. Era el máximo gesto de admiración ante una hazaña que difícilmente veamos de nuevo y si es así, muy probablemente sea con Shohei Ohtani — o Ronald Acuña Jr. — como protagonistas.
No se puede pasar por alto a Skip Schumaker, el manager de los Marlins de Miami que tuvo la posibilidad de darle el boleto intencional solo para que no les hiciera más daño a la ofensiva. Optaron por enfrentarlo, sobre todo para ganarle, pero se impuso el talento del slugger de los Dodgers. «Esa es una mala jugada, desde el punto de vista del béisbol, del karma y de los dioses del béisbol. En esa situación vas por él si puedes hacerlo out», mencionó el actual ganador del premio Manager del Año en la Liga Nacional.
El fanático que agarró la pelota no la devolvió y se fue a su casa con ella. Seguramente costará una cifra que superará los seis dígitos. Por otro lados, los Marlins abrieron la taquilla del parque para que los aficionados pudieran adquirir tickets en físico del histórico juego. Se llevarán un recuerdo inolvidable de uno de los mejores momentos en la historia de este deporte.
Con información de El Extrabase…
