Mientras el ingreso en la OTAN sigue estancado por las divisiones entre los aliados, Ucrania considera cada vez más que sus propias capacidades de defensa son la piedra angular de su seguridad a largo plazo frente a la agresión rusa, al tiempo que espera una mayor implicación europea en medio del debate sobre el envío de tropas de paz tras un alto el fuego.
“El debate en Europa sobre un mayor apoyo a Ucrania es alentador porque suena menos a caridad o a obligación moral”, sino “más a inversión en la seguridad europea”, afirmó Oleksi Melnik, experto en seguridad internacional del Centro Razumkov de Kiev.
Sin embargo, Melnik subrayó el creciente consenso en que las propias fuerzas de defensa ucranianas serían su escudo más fiable.
“Cualquier fuerza europea en suelo ucraniano sólo desempeñaría un papel suplementario como garantía de seguridad limitada en ausencia de mejores opciones realistas”, añadió.
“Nos tenemos que concentrar en crear capacidades en Ucrania que disuadan y, en caso de ataque, puedan causar daños inaceptables al agresor”, sostuvo.
Confiar en sus propias fuerzas
Cada vez más ucranianos reconocen que su ejército es su mejor baza contra Rusia.
“Ya no creo en la OTAN ni en otros sistemas de seguridad”, afirmó Maksim ‘Forest’, soldado voluntario de Odesa, curtido en tres años de combates y en la cautela de los socios de Ucrania.
“La historia demuestra que nuestro enemigo nunca se detiene y los aliados rara vez actúan directamente. Debemos confiar en nosotros mismos”, afirmó.
Algunos se inspiran en el modelo de seguridad de Israel, que da prioridad a un ejército nacional fuerte.
“Ellos se preocupan primero de reforzar su ejército. La preocupación por si sus socios les ayudan viene en segundo lugar”, declaró a EFE Vasil Vovk, un soldado de la 37ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania.
“Deberíamos hacer lo mismo”, añadió.
Ucrania está aumentando la producción nacional de defensa, que ahora cubre aproximadamente el 30 ó 40 % de las necesidades del campo de batalla, y desarrollando armas de largo alcance que podrían servir como elemento disuasorio contra Rusia en el futuro.
Este viernes, el Consejo de Ministros aprobó centros de entrenamiento militar para civiles en todas las regiones, con el fin de prepararlos para un conflicto prolongado.
“Preparar a los civiles para contrarrestar al enemigo es parte integrante de nuestra capacidad de defensa y uno de los factores de disuasión”, indicó la jefa adjunta de la Oficina del Presidente de Ucrania Irina Vereshchuk.
Maksim Zhorin, subcomandante de la 3ª Brigada de Asalto, pionera de un centro de entrenamiento similar, elogió la iniciativa en Telegram, al afirmar que “tales estructuras son elementos de nuestra seguridad nacional, por lo que hay que dotarlas de todo lo necesario”.
Zhorin también hizo hincapié en la formación de la juventud ucraniana tanto en el compromiso ideológico como en las habilidades militares.
“Nuestro enemigo presta mucha atención a esto”, señaló, e instó a Ucrania a igualar el enfoque de Rusia en la preparación de su población para un conflicto a largo plazo.
La búsqueda de otras soluciones continúa
Mientras Ucrania construye sus defensas, sigue buscando soluciones de seguridad a largo plazo con sus socios, afirma Oleksandr Merezhko, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano.
La pertenencia a la OTAN sigue siendo “la forma más barata y rápida de detener la agresión rusa y garantizar su no repetición en el futuro”, declaró a EFE.
Otros modelos, como los de Israel, Corea del Sur o Noruega, tienen limitaciones, dada la naturaleza persistente de la amenaza a la que se enfrenta Ucrania y la ausencia de armas nucleares, a las que renunció hace 30 años a cambio de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia.
Merezhko subrayó que la unidad y la determinación entre Ucrania y sus socios europeos son fundamentales, ya que “esto es lo que más teme (el presidente ruso) Vladimir Putin”.
La postura de Europa ofrece esperanzas
“Vemos la evolución constante del pensamiento político en Europa, que está decidida a sustituir en lo posible el apoyo estadounidense”, afirmó Melnik.
Hace un año, la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, de desplegar tropas en Ucrania fue recibida con escepticismo; ahora, se está considerando seriamente, explicó.
“Es un progreso y demuestra que Europa está dispuesta a asumir responsabilidades”, señaló Melnik, aunque advirtió de que las capacidades militares europeas, sobre todo en defensas aéreas, siguen siendo limitadas y tardarían años en desarrollarse.
“Lo que da optimismo es que los líderes europeos han empezado a darse cuenta de que necesitan a Ucrania para la seguridad del continente”, afirmó también Merezhko.
Vía: EFE