La Universidad de Los Andes (ULA) aprobó recientemente un reglamento interno para prevenir y atender casos de violencia basada en género en la casa de estudio. Tras el anuncio, se convierte en la primera institución de educación superior pública en Venezuela en llevar a cabo este tipo de iniciativa.
El rector Mario Bonucci informó sobre la normativa el 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Esta lleva por nombre Reglamento Interno de la Universidad de Los Andes para la Prevención y Atención en Casos de Violencia Basada en Género Contra las Mujeres o en Casos de Discriminación y se espera que entre en vigencia en la institución 30 días después de que se publique en la Gaceta Universitaria.
Estas nuevas reglas nacieron de una propuesta de protocolo que la ONG Aula Abierta promovió en 2021, el mismo año en que una oleada de denuncias de estupro, acoso y abuso sexual de artistas y escritores provocaron revuelo e indignación en el país y causaron que cientos de mujeres se unieran al movimiento Yo Te Creo (también llamado #MeToo venezolano).
De acuerdo con la ULA, en la redacción del reglamento definitivo se involucraron múltiples organizaciones feministas de Mérida y de la sociedad civil y representantes estudiantiles, bajo la asesoría del Servicio Jurídico de la universidad.
Además, la Comisión de la Universidad de Los Andes contra la Violencia de Género (ULA Mujer) participó en las reuniones donde se acordó el contenido de la normativa, que no solo busca prevenir casos de violencia, sino sensibilizar a la comunidad universitaria.
«Para garantizar su cumplimiento, el Consejo Universitario designó la Comisión General Contra la Violencia Basada en Género y Discriminación, conformada por tres miembros y sus respectivos suplentes», informó la institución en una nota de prensa.
¿Hay protocolos en otras universidades?
En Venezuela, además de la ULA, solo la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) cuenta con un protocolo aprobado para la prevención y atención en casos de acoso y violencia sexual.
La idea de elaborar el reglamento en este caso provino de una propuesta que hizo el Consejo de la Extensión Guayana de la Ucab el 14 de abril del 2020, tras la publicación del testimonio de una exalumna, que narró un caso de acoso del que ella habría sido víctima cuando cursaba estudios en la universidad.
Las normas en la Ucab definen y sancionan casos de acoso sexual, pero también acoso laboral y cibernético. Así mismo, ofrece una ruta de atención para quienes hagan las denuncias.
La Universidad Central de Venezuela (UCV) actualmente cuenta con una comisión que trabaja en la elaboración del Protocolo de Prevención y Sanción para Casos de Abuso, Violencia y Acoso.
La institución, con sede en Caracas, aprobó la creación de la comisión de trabajo en marzo de 2023, luego de que se reportara un caso de abuso sexual en la casa de estudios ese mismo mes. A raíz de esto, movimientos feministas protestaron en el campus durante el lunes 21 de marzo y exigieron a las autoridades tomar acciones al respecto.
Marcharon al Ministerio Público
El 8 de marzo de 2024, ULA Mujer -en conjunto con otras organizaciones feministas- realizaron distintas actividades en Mérida para recordar los motivos que impulsan la lucha de las venezolanas en alcanzar la igualdad de género. Ese viernes decenas de mujeres marcharon desde la plaza de Milla hasta el Ministerio Público, donde exigieron justicia para las víctimas de violencia.
«Holaya Peña, coordinadora de ULA Mujer, se expresó en nombre de todas las manifestantes para denunciar la falta de atención y revictimización que en muchos casos ejerce la Fiscalía Nº 20, cuyos fiscales cometen violencia institucional contra víctimas, familiares y sobrevivientes de violencia basada en género», indico la ULA.
Peña también recordó que las ONG y asociaciones feministas aún no reciben respuestas satisfactorias o soluciones eficientes a las peticiones por escrito que, desde hace tres años, cada Día Internacional de la Mujer presentan ante el Ministerio.
Posteriormente las manifestantes se trasladaron a la plaza Bolívar de la ciudad de Mérida, donde dejaron en el suelo 201 pares de zapatos, cada uno en recuerdo de las víctimas de los femicidios registrados en Venezuela durante el año pasado.
Con información de Efecto Cocuyo
