El rompehielos nuclear ruso Ural tuvo que reducir su velocidad para permitir el paso de un oso polar que paseaba libremente por el golfo de Yeniséi.
El oso, ejerciendo sus derechos como residente del Ártico, ignoró las señales de advertencia de la tripulación, dejando claro quién manda en esa región. Los tripulantes no tuvieron más opción que detenerse y esperar pacientemente hasta que el oso terminara su caminata.
Un oso polar demuestra quién manda en el Ártico y obliga a parar a un rompehielos pic.twitter.com/5Nk7GRQYqO
— Sepa Más (@Sepa_mass) May 25, 2024
Con información de RT