Los habitantes y turistas de París deberán presentar un código QR obligatorio para poder acceder al perímetro antiterrorista diseñado en torno a la zona en la que se desarrollará la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, en el río Sena (justo en el centro de la ciudad), el próximo 26 de julio.
La medida estará vigente desde una semana antes de la apertura de la cita olímpica y atañerá tanto a residentes como a trabajadores de la zona afectada, así como a los visitantes ocasionales que se desplacen a la capital francesa en esos días, y que entren en la zona tanto a pie como en algún medio de transporte.
«Esto representa varias decenas de miles de personas», indicó el ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, en una entrevista publicada por el diario Le Parisien.
Para obtener el código QR, las autoridades francesas habilitarán desde el 10 de mayo una página web en la que habrá que inscribirse, a fin de asegurar «que ninguna persona peligrosa pueda acceder a los perímetros de seguridad», detalló el ministro.
El código QR podrá llevarse en el teléfono móvil o impreso, y deberá presentarse junto a un documento de identidad para que sirva como salvoconducto, pero una vez dentro del perímetro de seguridad la circulación será libre.
La zona estará vigilada por 45.000 policías y gendarmes durante todo el periodo, si bien la máxima afluencia se espera para el mismo 26 de julio, una fecha en la que la ceremonia inaugural atraerá a unos 600.000 espectadores según los cálculos de la cartera de Interior.
Más de 300.000 personas accederán a los márgenes del Sena y a los puentes con entradas, otras 200.000 serán testigos desde balcones y barcazas y otras 50.000 presenciarán la ceremonia desde las denominadas ‘fan zones’ para aficionados.
En la entrevista, Darmanin incidió en que no existe ninguna amenaza terrorista específica sobre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero puntualizó que en ningún lugar del mundo el riesgo es cero.
«Nos estamos preparando para todas las eventualidades, esa es nuestra responsabilidad», prometió, y explicó que si hubiera una amenaza clara e inminente se aplicarían medidas de «modulación» de la organización, como por ejemplo respecto a la cantidad de público a acoger en torno al Sena.
Vía: EFE