La provincia autónoma de Trento puso en marcha una intervención sin precedentes en el norte de Italia. La administración regional aprobó un plan experimental que asigna 10 millones de euros para incentivar el retorno de población a zonas rurales y de montaña marcadas por una sostenida pérdida de habitantes.
La medida, impulsada por el presidente provincial Maurizio Fugatti, busca revitalizar comunidades locales mediante la repoblación y rehabilitación de viviendas abandonadas.
Esta política se enmarcó dentro de un conjunto de programas territoriales como Ri-Urb y Ri-Val, enfocados a garantizar el acceso a la vivienda y a frenar la despoblación de áreas históricamente marginadas, informó en un comunicado la Oficina de Prensa de la Provincia Autónoma de Trento.
Condiciones de la subvención: vivienda y permanencia obligatoria
La ayuda económica contempla una subvención total de hasta 100.000 euros por solicitante. Esta se divide en dos partes: 20.000 euros para la adquisición del inmueble y 80.000 euros para su renovación, según informó la revista sobre turismo Time Out.
Además, la intervención está dirigida únicamente a viviendas actualmente deshabitadas que requieren obras estructurales.
Para acceder a los fondos, las personas beneficiarias deben comprometerse a vivir en la propiedad o alquilarla a un tercero -también nuevo residente- durante un período mínimo de diez años.
El alquiler deberá ofrecerse a un precio “moderado”. En caso de incumplimiento, el solicitante deberá devolver la totalidad del importe recibido.
De acuerdo con el comunicado oficial de la Provincia Autónoma de Trento, esta restricción busca evitar los alquileres turísticos y garantizar que las casas renovadas se destinen exclusivamente a residencia permanente, una condición impuesta también para preservar el equilibrio social y urbano de los pueblos.
Límites y requisitos de participación
Las condiciones del plan excluyen expresamente a quienes ya vivan en la región y tengan menos de 45 años.
Esta limitación busca atraer nuevos residentes externos y asegurar una redistribución geográfica de la población dentro del país. Solo podrán aplicar personas físicas que no sean propietarias actuales en los municipios seleccionados.
Cada solicitante podrá recibir ayuda para un máximo de tres propiedades dentro del mismo municipio. La intervención total no puede superar los 200.000 euros por inmueble. Además, los beneficiarios no podrán aportar más de 120.000 euros de fondos propios a las obras de rehabilitación.
Esta restricción impide la transformación de las viviendas en construcciones ajenas al estilo y escala de los entornos rurales.
El incentivo cubre entre el 35% y el 40% del coste total del proyecto, dependiendo de si la vivienda se encuentra en un centro histórico o en zonas más periféricas, tal como detalló la Oficina de Prensa de la Provincia Autónoma de Trento.
Municipios seleccionados y criterios demográficos
El plan se aplicará exclusivamente en 33 municipios trentinos que, según datos estadísticos provinciales, han registrado una caída sostenida de su población durante la última década.
En algunos casos, como en la zona de Val di Non, la pérdida de habitantes superó el 11%, según reportó el medio británico The Independent. También se espera que entren en la lista localidades como Rabbi y Vermiglio, ambas situadas en entornos montañosos cercanos a los Alpes y los Dolomitas.
Las viviendas disponibles están, en su mayoría, en estado de abandono o presentan condiciones estructurales que requieren intervención inmediata, indicó CNN. De hecho, en algunas localidades hay más inmuebles deshabitados que ocupados.
La elección de los pueblos se realizó mediante dos indicadores: el índice de decrecimiento demográfico y un indicador de “turisticidad”, que analiza la relación entre visitas turísticas y población residente, explicó el director general del Departamento de Urbanismo, Energía, Catastro, Registro de la Propiedad y Cohesión Territorial, Giovanni Gardelli.
La administración local señaló que estas variables permiten priorizar intervenciones en zonas donde el desequilibrio entre presión turística y pérdida de población generó tensiones en el acceso a servicios básicos.
Objetivo estructural: cohesión social y acceso a vivienda
“Es una medida destinada a crear una red comunitaria que refuerce la identidad en contextos marcados por una alta despoblación”, aseguraron las autoridades en el comunicado.
El enfoque territorial también apunta a recuperar la funcionalidad de pueblos afectados por el cierre de escuelas, supermercados y centros de salud debido a la pérdida de habitantes.
La intervención, según el ejecutivo provincial, tiene un doble impacto: atraer nuevos residentes y dinamizar la economía local, en particular el sector de la construcción, la cadena de suministro y los servicios asociados.
La medida también busca reforzar la convivencia vecinal y frenar la expansión de la economía del alquiler turístico, cada vez más presente en zonas cercanas a pistas de esquí, baños termales y áreas naturales protegidas.
Con información de Infobae