El núcleo rural de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) “El Mácaro”, ubicado en el municipio Santiago Mariño del estado Aragua, es una de las infraestructuras universitarias más afectadas por el vandalismo en la entidad desde 2018.
Sus directivos afirman que, además de lidiar con el vandalismo, también lo hacen con la deserción estudiantil.
Actualmente, apenas 185 bachilleres ven clases en la UPEL El Mácaro, pero hace una década, la matrícula tenía 500 estudiantes.
Yudeixi Rivera cursa el séptimo semestre de educación inicial y solo asiste a clases dos veces por semana, debido al deterioro en algunas áreas del instituto.
Por la baja matrícula recibe clases con muy pocos compañeros.
“En algunas materias solo estamos tres o cuatro personas. La asistencia de estudiantes a las asignaturas es casi nula”, dice Rivera, quien vive en Cagua. Para llegar hasta la universidad, debe tomar hasta tres autobuses lo que representa un gasto de al menos 80 bolívares diarios en pasaje.
Son pocos los estudiantes que están por terminar su formación académica en la UPEL El Mácaro, como es el caso de Génesis Fernández, quien cursa el décimo semestre de Educación Inicial y vivió el comienzo del deterioro de la universidad a raíz de los actos vandálicos.
Normalmente vengo un día a la semana a clases y no es nada fácil. Tuve la experiencia de vivir El Mácaro del ayer y no es nada agradable ver como las aulas se van deteriorando y ya no veas a los mismos compañeros”, contó Fernández.
De los 185 estudiantes actuales, 75 cursan Educación Física. Buena parte de los jóvenes cursan esta carrera para generar ingresos en otras áreas como gimnasios, academias de beisbol, entre otros oficios ajenos a la docencia.
“Lo que más nos ha afectado es la diáspora de profesores y estudiantes, pero hemos tenido nuevos ingresos y reincorporaciones”, indicó Leyna Tovar, subdirectora de docencia de la UPEL El Mácaro.
Recuperan espacios
A través de ingresos propios, obtenidos de las áreas de extensión y postgrado, en la UPEL El Mácaro se han recuperado aulas del patio central, oficinas administrativas, áreas de bienestar social y parte del comedor, cuyos espacios se usan para charlas y foros.
Hubo una situación desde 2018 de total saqueo en la universidad. Fue vandalismo de todo tipo. Venían los ladrones y hasta dejaban sus necesidades en las oficinas”, dijo Tovar.
De acuerdo con las autoridades de la universidad, desde 2018 han sido objeto de más de 75 hurtos. Durante la pandemia de COVID-19 reportaron 52 hechos vandálicos.
“Estamos tratando de recuperar 50 % de la universidad, que es la parte administrativa, de pregrado y postgrado, y el comedor que se utiliza para otras actividades”, dijo Dilcia De Rosa, subdirectora de Investigación y Postgrado.
Pese a los esfuerzos de las autoridades de la UPEL El Mácaro, todavía hay áreas, como el departamento de Educación Rural, que están a oscuras por la falta de servicio eléctrico.
El pedagógico actualmente solo cuenta con tres transformadores que cubren la zona central, en sus inicios llegaron a tener un máximo de 25.
Los directivos de la UPEL El Mácaro se reunieron con funcionarios de la Gobernación de Aragua, quienes prometieron solo apoyo con el suministro de gasoil para garantizar la ruta de transporte de estudiantes y trabajadores. Sin embargo, desde hace un año esperan el suministro del combustible.
“Todavía estamos esperando el gasoil por parte de la gobernación. La alcaldía sí nos ha apoyado con cisternas que envían una vez a la semana. No podemos negar esa colaboración”, destaca De Rosa.
Con información de Crónica Uno