El presidente chino, Xi Jinping, alertó de que la transformación industrial y tecnológica que busca el país para apuntalar el crecimiento podría dar lugar a «burbujas económicas», y pidió «evitar prisas» e «inversiones irracionales».
Xi se pronunció el martes en una reunión con funcionarios del Partido Comunista (PCCh) en el marco de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), que se celebra esta semana en Pekín y cuya inauguración estuvo marcada por el objetivo de crecimiento económico del 5 % para 2024 y la continuidad respecto a las políticas y metas del año pasado.
En los últimos meses, Xi había redoblado sus llamados a la innovación y a la «autosuficiencia tecnológica», pero en estas últimas declaraciones avisó de que el PCCh debe «evitar las prisas y oponerse a inversiones irracionales que creen burbujas».
El líder chino exhortó a «planificar con antelación» la «nueva ronda de revolución tecnológica y transformación industrial», que incluye sectores como los vehículos de nueva energía, la tecnología cuántica, la inteligencia artificial o los paneles solares.
Xi agregó que la apuesta por las autodenominadas nuevas fuerzas productivas «no significa descuidar o abandonar las industrias tradicionales», que todavía representan la mayor parte de la producción industrial del país.
También aclaró que no se debe «imponer un modelo de negocio único» para esta industrias, y citó la necesidad de tomar en consideración los recursos, bases industriales y capacidad de investigación de cada región.
Xi también advirtió contra los «numerosos obstáculos» que impiden una mejora industrial en China, sin dar más detalles pero en un momento en que Pekín ha protestado reiteradamente contra la investigación antisubsidios que la Unión Europea abrió contra los vehículos eléctricos chinos o la de Estados Unidos alegando preocupaciones de seguridad nacional.
China fijó en «alrededor de un 5 %» el objetivo de crecimiento para el producto interior bruto (PIB) para el presente ejercicio, un dato anticipado por la mayoría de analistas pese a que las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) avanzan un crecimiento de la economía china del 4,6 % y del 4,5 % en 2024, respectivamente.
Se trata del segundo año consecutivo en el que China se marca una meta de crecimiento «de alrededor de un 5 %», pero algunas voces avisan de que este año se trata de un objetivo «ambicioso» dado que el año pasado -cuando finalmente creció un 5,2 %- partía de una base comparativa relativamente baja, con un aumento del PIB de un 3 % en 2022 a raíz de la política nacional de ‘cero covid’.
Al igual que con el objetivo de crecimiento económico, el primer ministro mantuvo en un 3 % la meta de déficit para 2024, en un 5,5 % la tasa oficial de desempleo en zonas urbanas y «en torno al 3 %» su límite para el índice de precios al consumidor (IPC, principal indicador de la inflación).
Con información de EFE