Los venezolanos hemos demostrado que ha pesar de cualquier adversidad que se nos presente, podemos seguir adelante, como es el caso de Yrmaris Hernández, una docente retirada que aunque dedicó muchos años estando en un aula dando clases, en plena pandemia tuvo que buscar un “rebusque” para poder tener otra entrada de dinero.
Aunque con “mucho miedo” e “incertidumbre” por lo que podría pasar, siguió su instinto y decidió empezar un emprendimiento, desempolvando esas recetas familiares y realizando tortas para venderlas por porciones, sin embargo, Hernández no quería dejar la docencia y hacía este oficio como una segunda opción, hasta que poco a poco fue creciendo ese pequeño negocio.
Hernández señaló en una entrevista concebida para @elaraguenodigital que tenía una pelea constante con ella misma, debido que no quería dejar de ejercer lo que por muchos años le había dado mucha alegría y por la cual sus padres se esforzaron mucho para que tuviera una profesión, sin embargo, decidió arriesgarse para poder tener un ingreso más alto que con el sueldo de docente, ya que con una familia de cinco integrantes, debía ayudar para sostener el hogar.
Al día de hoy, Yrmaris no se cataloga como una repostera profesional, pero sí como alguien que aprende día a día para perfeccionar sus técnicas, gracias a lo que poco a poco a construido, ha podido mantenerse y lo que empezó en una cocina pequeña, está siendo un negocio constituido y manejado entre familia.
Aunque Hernández menciona que dejó a un lado su profesión por un oficio, insta a las nuevas generaciones para que no dejen de estudiar y obtengan un grado académico más elevado, sin embargo, hizo énfasis en que cada persona debe aprender un oficio diferente porque “nadie sabe cuándo se puede necesitar” concluyó Yrmaris Hernández.
