Al menos 4 personas murieron y más de 120 resultaron heridas en los incidentes registrados en el norte de la India cuando un grupo trató de impedir la demolición de una mezquita y una escuela de la comunidad musulmana construidas de manera ilegal, informaron a EFE este viernes fuentes oficiales.
La violencia se desató cuando las autoridades se dirigían a ejecutar una orden de demolición de dos edificios de la comunidad musulmana construidos en un terreno ilegal.
«Una gran turba atacó a nuestro equipo de cooperación municipal» con piedras y cócteles molotov, lo que llevó a la intervención de las fuerzas de seguridad, informó en una conferencia de prensa la magistrada del distrito de Nainital, Vandana Singh.
«A pesar de que todo, el proceso (de demolición) se llevó a cabo correctamente», agregó.
El grupo de personas atacó también una comisaría de policía que tuvo que ser despejada a la fuerza, según la magistrada, que defendió que el proceso de demolición se estaba realizado de forma legal y que los agitadores planificaron el ataque.
«Es una propiedad vacía que tiene dos estructuras, que no está registrada como estructura religiosa ni ha recibido ningún reconocimiento de ese tipo», indicó.
Como consecuencia de estos ataques, cuatro personas murieron y 124 resultaron heridas, incluidas cinco que se encuentran en estado grave, indicó por su parte a EFE el comisionado municipal de Haldwani, Pankaj Upadhyay.
Upadhyay no precisó las causas de la muerte de estas personas.
La violencia provocó además que las autoridades decretasen una serie de medidas para apaciguar la zona hasta nuevo aviso, incluyendo el toque de queda, el cierre de escuelas, y el despliegue de más de mil efectivos de las fuerzas de seguridad.
Tras conocer los sucedido, el jefe de Gobierno de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, anunció en un mensaje en la red social X que se han dado instrucciones claras para identificar y castigar a los perpetradores de la violencia, que provocaron varios incendios y arrojaron piedras contra las autoridades.
La India ha vivido en el pasado sangrientos choques entre hindúes y musulmanes que han dejado miles de muertos y heridos.
La llegada al poder del líder nacionalista hindú Narendra Modi ha coincidido con una radicalización entre la mayoría hindú y, de acuerdo con numerosas organizaciones de derechos humanos, también con un aumento desproporcionado de ataques contra la minoría musulmana.
Con información de EFE