Cada año, más de 300 millones de pares de zapatos son desechados en vertederos de Estados Unidos. El alto volumen de desperdicio refleja una cultura de consumo impulsada por la moda rápida, donde lo obsoleto se reemplaza sin cuestionar su valor a largo plazo. The Washington Post propuso adoptar un concepto más responsable, centrado en la reparación y el mantenimiento, para contribuir a una economía más sostenible y poder alargar la vida útil de los productos.
Realizar pequeños cambios en los hábitos cotidianos pueden marcar una diferencia significativa. Con esta dinámica, reparar los zapatos en lugar de reemplazarlos se presenta como una estrategia efectiva tanto para el bolsillo como para el medio ambiente.
Desperdicio y soluciones simples
El consumo excesivo y el desperdicio de bienes son problemáticas crecientes en muchas partes del mundo. Los zapatos no son una excepción. Según Katrina Caspelich, directora de marketing de Remake, una organización que promueve la moda sostenible, reparar los zapatos en lugar de desecharlos es una forma directa de combatir el desperdicio.
Esta acción, que parece simple, se convierte en un medio para luchar contra la cultura de desecho impulsada por la moda rápida. “Reparar en lugar de reemplazar es una forma eficaz de reducir la demanda de productos fabricados masivamente”, explicó Caspelich. Además de reducir la huella ecológica, la reparación frecuente de calzado también puede resultar en un ahorro económico considerable.
La importancia de comprar calidad
El primer paso para hacer que los zapatos duren más tiempo comienza en el momento de la compra. Elegir un par de alta calidad aumenta considerablemente las posibilidades de que puedan ser reparados a lo largo de los años. El experto zapatero Jim McFarland, dueño de McFarland Shoe Repair, señaló que “los zapatos fabricados con materiales baratos, como el poliuretano, son más difíciles de reparar debido a la fragilidad de esos componentes”.
Mientras que los zapatos de cuero, no solo son más duraderos, sino que también pueden restaurarse, reacondicionarse y en algunos casos, ser recoloreados. De acuerdo con Karen Pearson, presidenta del consejo de sostenibilidad en el Fashion Institute of Technology, los zapatos de cuero bien cuidados pueden durar años, incluso con el uso diario.
En caso de que el costo inicial de los zapatos de alta calidad sea un impedimento, los expertos recomiendan recurrir a tiendas de segunda mano y mercados de reventa, donde es posible encontrar modelos de buena calidad a precios mucho más accesibles. Según Randy Lipson, zapatero de tercera generación en St. Louis, estas opciones pueden ser una excelente forma de adquirir zapatos duraderos sin romper el presupuesto.
Cuidado preventivo y mantenimiento
El cuidado preventivo de los zapatos es otro pilar fundamental para garantizar su longevidad. Como señaló Lipson en The Washington Post: “La prevención cuesta menos que la reparación”. Esto se refiere a medidas simples como limpiar, hidratar, pulir y aplicar tratamientos impermeabilizantes a los zapatos de cuero.
Además, estos pasos deberían llevarse a cabo no solo al comprar un par nuevo, sino también de manera regular para mantenerlos en óptimas condiciones. Sumado a que el uso de árboles para zapatos ayuda a preservar la forma de los mismos y, al permitir que se sequen adecuadamente después de su uso, evita que se deformen o se deterioren prematuramente.
También existen tratamientos para proteger las suelas de los zapatos, lo que ayuda a evitar que se desgasten demasiado rápido. En lugar de esperar a que los zapatos muestren signos evidentes de daño, tomar estos cuidados preventivos puede evitar reparaciones más costosas o la necesidad de reemplazarlos antes de tiempo.
Reparaciones simples y profesionales
Existen reparaciones sencillas que uno mismo puede realizar en casa. Cambiar los cordones rotos, limpiar manchas o aplicar productos específicos para restaurar el brillo de los zapatos son algunas de las tareas que no requieren conocimientos especializados. Sin embargo, cuando los daños son más graves, como una suela que se despega o un tacón roto, es necesario acudir a un profesional.
Jim McFarland enfatizó que intentar reparar ciertos daños por cuenta propia puede resultar contraproducente. Por ejemplo, usar pegamento de mala calidad para pegar una suela rota puede acabar arruinando el material del zapato, especialmente cuando se trata de cuero o materiales más delicados.
Según McFarland, “tratar de pegar una suela de goma a un zapato desgastado es como tratar de pegar una toalla a la arena en la playa”. La ciencia detrás de la reparación es importante, ya que cada tipo de material requiere un adhesivo y un tratamiento específico para asegurar una reparación exitosa.
Importancia de visitar un taller de reparación
Cuando las reparaciones son más complicadas, es esencial acudir a un taller de reparación especializado. Las zapaterías dedicadas a este tipo de servicios, pueden realizar reparaciones complejas como la reestructuración de suelas, la recolocación de tacones y la restauración de la parte superior del zapato.
Para Lipson, la reparación profesional puede parecer costosa, pero generalmente resulta en un ahorro considerable comparado con la compra de un par nuevo. Además, al reparar los zapatos se contribuye a la reducción de la demanda de producción de calzado nuevo, lo cual tiene un impacto directo en la sostenibilidad del planeta.
Con información de Infobae