El asteroide Apophis, que tiene dimensiones comparables a las del rascacielos Empire State de Nueva York (Estados Unidos), pasará a 32.200 kilómetros de distancia de la Tierra. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) tiene la intención de examinar este asteroide para recopilar datos valiosos sobre estos cuerpos celestes.
Este asteroide fue descubierto por la NASA en 2004 y existe una estimación por parte de los expertos que sugiere que podría colisionar con la Tierra en el año 2029. Sin embargo, en este próximo acercamiento, se espera que Apophis se encuentre a menos de una décima parte de la distancia que separa al planeta de la Luna.
Apophis se compone principalmente de materiales silicatados con hierro y níquel y tiene un diámetro de aproximadamente 340 metros. Durante su paso cercano a la Tierra el 13 de abril de 2029, a unos 31.860 kilómetros de la superficie terrestre, será visible a simple vista durante algunas horas. Michael Nolan, el investigador principal adjunto a cargo de la misión de la NASA que lo está estudiando, señala que la nave espacial OSIRIS-APEX será la encargada de realizar un estudio detallado mientras orbita alrededor del asteroide durante 18 meses.
¿Qué es Apophis?
En la mitología griega, se cree que era una serpiente gigante que intentaba impedir que el Sol saliera cada mañana. Ra, el dios del sol, tenía que luchar contra ella para que el mundo pudiera seguir existiendo.
Los científicos de la NASA consideran que este asteroide es una reliquia del sistema solar primitivo y puede brindar a los expertos información valiosa sobre la estructura y otras propiedades de los asteroides.
Asimismo, el paso de Apophis será una oportunidad única para estudiar un asteroide de cerca. Se utilizarán telescopios para recopilar datos sobre su comportamiento cuando se acerque a la Tierra.
Estudio de asteroides: un paso hacia la comprensión del espacio
El estudio de asteroides es crucial en la exploración y comprensión del sistema solar. Estos cuerpos rocosos y metálicos ofrecen información valiosa sobre los procesos que dieron origen a los planetas y otros cuerpos celestes. Al comprender su composición, estructura y comportamiento, los científicos pueden desentrañar misterios sobre la evolución del espacio.
Además, la investigación de asteroides es esencial para evaluar y gestionar el riesgo de impacto en la Tierra. Algunos de estos objetos tienen órbitas que los acercan peligrosamente al planeta y entender sus trayectorias ayuda a desarrollar estrategias para prevenir posibles colisiones.
Por otra parte, al contener recursos como metales preciosos, agua y materiales desconocidos, estos cuerpos celestes podrían ser fuentes valiosas para actividades espaciales futuras.
Las misiones espaciales dirigidas a asteroides ofrecen oportunidades únicas para estudiar estos objetos en detalle.
Con información de El Diario