Arqueólogos descubren una “Mano Robótica” de más de 600 Años de antigüedad

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Foto: Archivo

Un asombroso hallazgo arqueológico ha dejado perplejos a los expertos en Múnich, Alemania. Durante una expedición en la ciudad, un grupo de arqueólogos descubrió un esqueleto humano con una mano de hierro en su extremidad izquierda, desenterrando así una prótesis única que data de más de 600 años.

La Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera (BLFD) confirmó que esta intrigante prótesis pertenecía a un hombre que vivió durante la Edad Media. El descubrimiento tuvo lugar durante trabajos de canalización en el norte de Múnich, según informó BLFD.

Una prótesis de más de 600 años emociona a la comunidad científica

El análisis de radiocarbono, una técnica radiométrica que utiliza el isótopo radiactivo carbono-14, reveló que el individuo al que pertenecía la prótesis era un hombre de entre 30 y 50 años que vivió entre los años 1450 y 1620. Esta revelación ofrece una fascinante ventana a una época distante, proporcionando detalles sobre la vida y las tecnologías de la Edad Media.

La prótesis en cuestión se caracteriza por tener cuatro réplicas de dedos, moldeadas individualmente a partir de una chapa metálica. Aunque las piezas no eran móviles, presentaban una disposición ligeramente arqueada y paralela entre sí. Este diseño sugiere una sofisticación sorprendente para la época, desafiando las percepciones convencionales sobre la tecnología de aquel entonces.

Los arqueólogos, al realizar comparaciones, destacaron similitudes notables con Götz von Berlichingen, también conocido como “Mano de Hierro”. Este caballero imperial de la Edad Media llevaba una prótesis en lugar de su extremidad izquierda y obtuvo su apodo gracias a esta singular característica. La historia de Gottfried von Berlichingen de Hornberg, apodado “Mano de Hierro”, inspiró una obra escrita por Johann Wolfgang von Goethe en 1773.

Una ventana a la medicina de la edad media

El descubrimiento de una prótesis similar en Múnich no solo proporciona un vínculo tangible con el pasado, sino que también alimenta la especulación sobre la existencia de tecnologías sorprendentemente avanzadas en la Edad Media.

Este hallazgo arqueológico excepcional no solo enriquece nuestro conocimiento sobre la historia de la medicina y la tecnología, sino que también abre nuevas preguntas sobre la capacidad innovadora de las sociedades antiguas. A medida que los arqueólogos continúan desentrañando los misterios detrás de esta “mano robótica” de la Edad Media, la narrativa histórica da un giro fascinante hacia la intersección entre la tecnología y la vida cotidiana en tiempos lejanos.

Con información de MSN