Boric advierte que el Estado no va a permitir que el crimen organizado se asiente en Chile

0
Foto: Archivo

El presidente de Chile, Gabriel Boric, recordó que la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado no es solo una responsabilidad del Gobierno sino una política de Estado que atañe a todos, y advirtió que no se va a permitir que estas acciones se normalicen, asienten ni se consoliden en el país.

En una declaración púbica tras presidir el primer Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) de su mandato -órgano consultivo integrado por representantes de los tres poderes del Estado, más los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, el general director de la policía militarizada Carabineros de Chile y la contraloría general de la República, el mandatario instó a avanzar en la aplicación de la ley de infraestructura crítica, aprobada hace un año.

“Esta es una tarea que no es exclusiva del Gobierno sino de todo el Estado en particular. Le he requerido al Consejo su opinión experta sobre la mejor forma de implementación de la reforma constitucional para la protección de la infraestructura crítica de nuestro país, que se aprobó hace 1 año atrás”, afirmó.

“Con esta ley, las Fuerzas Armadas podrán en circunstancias excepcionales proteger aquellas instalaciones que presten servicios esenciales a nuestra sociedad, así como los perímetros alrededor de éstas y el resguardo de las personas que diariamente circulan por ellas” y “focalizarse en todas las tareas de seguridad en los barrios y calles”.

Al hilo de estos argumentos, el mandatario enfatizó que “el objetivo es claro. No vamos a permitir que el crimen organizado se normalice, se asiente, ni se consolide en nuestro país. Este es un objetivo de Estado más allá del Gobierno”.

“Desde el Estado, todas sus instituciones tenemos una sola visión y somos un solo cuerpo para enfrentar de manera enérgica y decidida a la delincuencia y el crimen organizado. No vamos a ceder jamás ante quienes pretenden arrebatar la tranquilidad, la libertad y la paz de nuestras familias en nuestro país”, recalcó.

Boric valoró, igualmente, de forma muy positiva la reunión -que había sido criticada por el partido Comunista, miembro de la coalición de Gobierno, por los malos recuerdos que trae la acción del Cosena durante la dictadura (1973-1989)- ya que en su opinión sirvió para entender que todos deben remar en la misma dirección.

“En definitiva, hoy hemos dado un paso adelante porque de una estrategia de gobierno para combatir la delincuencia pasaremos una estrategia de Estado con todas las instituciones y la sociedad involucrada. Nuestro objetivo es uno, solo que las personas puedan vivir sin temor, alejadas de la violencia”, subrayó.

“Que recuperemos los barrios, las plazas, los espacios públicos que se puedan recorrer, las calles, que todos puedan jugar con sus hijos, hijas, vecinos, sin ser víctimas de una bala loca, de un asalto o de un enfrentamiento entre bandas rivales”, como ha ocurrido en diversas zonas de la capital en los últimos meses.

A este respecto, Boric señaló que todos deben tener “la certeza de que estamos actuando con toda la fuerza necesaria, abordando, además de lo discutido hoy día en el Cosena, otras dimensiones integrales de la lucha contra la delincuencia, como la inteligencia para desarticular a las bandas de crimen organizado que están operando en el país, intervenciones comunitarias en los barrios en materia de cultura y de deporte y el fortalecimiento de las policías para cuidar a quienes nos cuidan”.

“Mejorar la protección en los puertos y las fronteras y decirles que estamos a tiempo y que no vamos a perder ni un segundo en proteger anuestros ciudadanos y garantizarles la seguridad que se merecen”, concluyó el presidente, quien habló en compañía de las ministras de Interior, Carolina Toha, y de Defensa, Maya Fernández.

La última reunión del Cosena había tenido lugar el 8 de noviembre de 2019 y había sido por convocada por el expresidente Sebastián Piñera en el marco del denominado “estallido social”, la protesta popular más intensa y violenta desde el fin de la dictadura, reprimida con extremada fuerza por los cuerpos de seguridad y que ha dejado una profunda herida en la sociedad chilena.

Aunque las cifras de delitos graves no se han disparado de manera crítica en el país y Chile sigue siendo considerado uno de los países más estables y seguros de Latinoamérica, sí ha experimentado un fuerte crecimiento de la sensación de inseguridad entre la población por la aparición de delitos violentos antes inéditos, fruto del surgimiento de bandas organizadas dedicadas al tráfico de drogas, de armas e incluso de personas.

Con información de EFE