Causas principales de la inflamación intestinal en niños

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Foto: Archivo

Los niños y adolescentes enfrentan un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) cuando se exponen a antibióticos o a una dieta occidental a edades tempranas, o cuando su familia tiene un nivel socioeconómico más alto, según un estudio que se presentó hoy en Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) 2023 celebrado en Chicago (EEUU).

«Los casos de EII pediátrica están aumentando en todo el mundo, y aproximadamente 1 de cada 4 de todos los casos de EII ahora se diagnostican antes de los 21 años», según ha señalado Nisha Thacker, autora principal del estudio y dietista gastrointestinal.

Una de las preocupaciones mayores sobre la EII pediátrica es el impacto que tiene la inflamación en el crecimiento de un niño y la progresión de la pubertad, por lo que los padres deben conocer esta afección y los factores modificables que la influyen.

Como parte de sus estudios de doctorado en la Universidad de Newcastle en Australia, realizó un metanálisis de 36 estudios observacionales que representaban a aproximadamente 6,4 millones de niños. Thacker encontró que cualquier exposición a antibióticos antes de los 5 años se vinculó con un riesgo 3 veces mayor de EII pediátrica, y la exposición a cuatro o más ciclos de antibióticos con un riesgo 3,5 veces mayor.

Asimismo, un nivel socioeconómico más bajo parece ser un factor protector que se asocia con un riesgo 65 por ciento menor de EII infantil. Un mayor consumo de verduras también fue protector, al igual que tener dos o más hermanos y estar expuesto a mascotas durante la infancia.

Los hallazgos de que la exposición a animales y tener solo un baño protegen de la EII indican que la higiene excesiva puede reducir los microbios en el medio ambiente e interferir con el desarrollo de un microbioma robusto, ha explicado Thacker.

Así, en su estudio se recomienda una higiene básica, pero permitir que los niños jueguen al aire libre e interactúen con las mascotas en un ambiente seguro parece ser beneficioso para desarrollar un sistema inmunológico fuerte.

«Muchos de estos factores pueden afectar nuestra microbiota intestinal y pueden tener un efecto particularmente fuerte en un niño. Una dieta occidental, alta en azúcares y alimentos ultraprocesados y baja en verduras, es un excelente ejemplo», ha señalado la investigadora, quien ha recordado que otro factor de riesgo es la exposición temprana al humo de segunda mano, que duplica el riesgo de EII en los niños.

Así se aconseja a las familias con niños pequeños que hagan hincapié en una dieta rica en verduras y alimentos integrales mínimamente procesados, usen antibióticos con precaución en la primera infancia, consideren adoptar una mascota, eviten la exposición al humo de segunda mano y eviten la preocupación excesiva por la higiene, especialmente en países de altos ingresos. Si una familia tiene antecedentes de EII o un niño tiene antecedentes de eccema/rinitis, fomentar la lactancia materna, seguida de un patrón de dieta saludable para el niño, puede minimizar los efectos combinados de una dieta occidental sobre el riesgo genético.

Un nuevo factor de riesgo identificado en el estudio es ser un niño no caucásico que vive en un país de altos ingresos, lo que triplicó el riesgo de EII pediátrica. La influencia de la migración en la EII pediátrica es el próximo enfoque de la investigación de Thacker.

Con información de Infosalus