Comienza la VIII Cumbre del Celac 2024

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Foto: Archivo

Con planeamientos a favor del desarrollo de la agenda regional por la recuperación económica, desarrollo social y humano, sostenibilidad ambiental, relaciones exteriores, entre otros aspectos, se dio inicio a la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) este viernes, en el archipiélago caribeño de San Vicente y las Granadinas, en una cita con marcada por la presencia de mandatarios de izquierdas, entre ellos el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Venezuela, Nicolás Maduro, y Colombia, Gustavo Petro.

El coordinador de la presidencia pro tempore de San Vicente y las Granadinas, Douglas Slater, abrió la ceremonia, acompañado del primer ministro anfitrión Ralph Gonsalves, destacando el idílico paraje de la pequeña nación caribeña -un complejo hotelero situado en medio de colinas y frente al mar- donde tiene lugar una cumbre que reúne a los 33 miembros con el objetivo de lograr una integración regional efectiva en una región marcada por la diversidad de los países.

En esta ocasión, San Vicente y las Granadinas entregará la presidencia pro témpore de la Celac a Honduras, que cuenta en la cumbre con la representación de la presidenta centroamericana, Xiomara Castro, la ministra de Exteriores y Comercio Exterior del país caribeño, Keisal Peters, presentó el balance de la presidencia pro témpore de su país en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; se espera que la nueva gestión reivindique el compromiso con la paz y la unidad dentro de la diversidad como la bandera en la ruta hacia la integración latinoamericana y caribeña.

La VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) destacó la importancia de que en medio de conflictos globales, el bloque conmemore la proclamación de Latinoamérica y el Caribe como una zona de paz, lo que se realizó hace 10 años en La Habana, Cuba.

De esta manera se dio inicio a las intervenciones de los líderes de Estado presentes, el primero de ellos, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

«La proclama significa esperanza para millones de personas cuya principal preocupación es la supervivencia en medio de guerras», recalcó el mandatario en su intervención en la cumbre que se desarrolla este viernes en San Vicente y las Granadinas.

Aprovechó la oportunidad para nuevamente denunciar el impacto negativo de la aplicación de medidas coercitivas como el caso del bloqueo que afecta la paz.

Es vital preservar la paz, remarcó y subrayó que dicha proclama de hace 10 años está más viente que nunca.

«Ante las diferencias, el diálogo; ante los retos, la cooperación; ante la guerra y la violencia, respetemos la paz», aseveró Díaz- Canel.

El presidente de Colombia Gustavo Petro, significó ante la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) la importancia de alcanzar la autonomía política, económica y militar para alcanzar la paz en la región.

Asimismo, planteó: «Necesitamos una nueva economía descarbonizada, y pasar a economías de producción. Esto tensiona la política y allí surgen dos tendencias: la descarbonización y la otra que mantiene la explotación del planeta y del ser humano», como lo realiza el modelo del capitalismo.

«Ya no es una vieja dinámica de conflicto y vemos cómo países apoyan tirar bombas. Pues, si queremos cambiar la economía ni más ni menos nos dicen miren el poder militar», refirió.

Señaló a Francia, Alemania, EE.UU. y la Unión Europea como países que apoyan el genocidio en Gaza.

Petro levantó la bandera de la paz como una necesidad de la humanidad y destacó los esfuerzos que ha realizado por décadas Colombia para alcanzarla, en tal sentido, consideró que la nación ha ganado cierta autoridad para hablar de la paz en el mundo.

Evaluó en su discurso lo que implica en América Latina y el Caribe afianzar la paz en medio de violencia y guerras, aunada la crisis climática y la economía del capitalismo e insistió en la autonomía sin injerencia para afianzar la pacificación.

Otro de los aspectos que la canciller Peters abordó en su informe fue el impulso a la recuperación de los efectos de la pandemia del coronavirus, una tarea que se ha complicado a causa el impacto global de las guerras en Ucrania y Gaza, disparando la inflación y aumentando la pobreza y las desigualdades en la región.

En este sentido, se impulsaron planes de seguridad alimentaria y de erradicación de la pobreza, así como un programa de salud regional para el estudio, desarrollo, producción y distribución de medicamentos.

También expresó su prepocupación por los efectos del cambio climático y la sostenibilidad medioambiental, una situación que causa la «vulnerabilidad» de los países de la región frente a los desastres naturales, especialmente en las naciones insulares, como es el caso de San Vicente y las Granadinas, sede de la cumbre.

La reunión de jefes de Estado y de Gobierno latinoamericanos y caribeños finaliza este viernes. En la cita participan ocho presidentes, todos ellos de izquierdas, lo que evidencia la fragmentación de un organismo regional al que no asisten mandatarios de centro ni de derechas, como Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay) o Luis Lacalle Pou (Uruguay).

Con información de EFE