¿Cómo afecta la Navidad a los perros y gatos?

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Foto: Archivo

La Navidad es una festividad que mantiene unidas a las personas, y es beneficioso que se incluya a las mascotas. Un estudio publicado en la revista Animals reveló que uno de cada diez perros podría desarrollar comportamientos relacionados con la ansiedad por separación (SRB) tras los cambios en las rutinas habituales. La investigación se aplicó durante las debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19 en el Reino Unido.

El 10% de los canes inicialmente libres de ansiedad empezaron a mostrar signos de este problema por separación, aunque el estudio advierte que este número podría ser una subestimación, ya que estos comportamientos a menudo son difíciles de observar directamente por los dueños. Sin embargo, se sugiere la posibilidad de que algunos animales pudieron haberse adaptado a los cambios o que pudieron beneficiarse de modificaciones en el manejo por parte de sus dueños.

A la ansiedad por separación, se suma el estrés a largo plazo que se puede experimentar entre perros y sus dueños, según una investigación publicada en Scientific Reports. En el estudio se evaluaron los niveles de cortisol, una hormona del estrés, encontrados en los pelos de las mascotas. Esta sincronía se mantuvo constante en dos estaciones del año diferentes y fue independiente de la actividad física de los animales.

Los análisis revelaron, además, que los niveles de estrés son más altos durante los meses de invierno y que la personalidad del dueño influye más que la del perro en dichos niveles. Lo anterior significa que los humanos no solo se ven afectados por cambios estacionales junto a sus mascotas. Los niveles aumentados en esta época podrían sugerir una respuesta fisiológica a las variaciones climáticas o de luz solar.

Sin embargo, el hallazgo más significativo es que la personalidad de los propietarios tiene un impacto en los niveles de estrés de los perros, indicando que las mascotas podrían ser un reflejo de la carga emocional de sus dueños. La sincronía encontrada sugiere una interconexión profunda que trasciende el lenguaje y las diferencias entre especies, permitiendo a los perros captar y posiblemente absorber parte del estrés humano a lo largo del tiempo.

Con información de Infobae