¿Cómo curar un tatuaje infectado?

0
Foto: Archivo

La popularidad creciente de los tatuajes, aunque socialmente aceptada, no está exenta de riesgos, siendo la infección del área del tatuaje la complicación más común. La técnica de tatuado implica la introducción de tinta mediante una aguja, creando una abertura en la piel que puede facilitar la entrada de suciedad o gérmenes, desencadenando infecciones locales o, en casos más raros, reacciones alérgicas o inmunológicas.

Antes de optar por un tatuaje, es crucial tomar medidas de precaución, como seleccionar un tatuador reconocido y autorizado por las autoridades sanitarias. Asimismo, verificar la esterilización de los instrumentos y el uso de guantes desechables por parte del tatuador son pasos esenciales para prevenir infecciones y posibles enfermedades transmitidas por agujas, como la hepatitis o el VIH.

Identificar una infección de tatuaje implica observar síntomas como enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreciones anormales en el área tatuada. Mientras algunas molestias son normales inicialmente, si persisten más allá de una semana, se debe consultar con el tatuador o un médico. En casos graves, donde la infección se propaga, se pueden experimentar síntomas generales como fiebre y malestar, requiriendo asistencia médica urgente.

Para prevenir infecciones, se deben seguir cuidadosamente las instrucciones de cuidado post-tatuaje, que incluyen la limpieza con agua y jabón, el uso de ungüentos recomendados y evitar rascar las áreas afectadas. En caso de infección, es fundamental contactar al tatuador y buscar atención médica para recibir tratamiento antibiótico y evitar complicaciones crónicas.

En resumen, mientras que las infecciones de tatuajes suelen ser superficiales y manejables, la adherencia a prácticas seguras antes y después del tatuaje es esencial para garantizar una experiencia libre de complicaciones.

Con información de Salud Mapfre