Descubre si necesitas todo lo que tienes

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Foto: Archivo

Suele decirse que no es feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Sin embargo, la sociedad del consumismo en la que vivimos nos aboca a buscar la felicidad en los bienes materiales que pretenden hacernos la vida más fácil, cómoda y llevadera. Así, poseer cosas, seguir ciertos cánones sociales y de belleza y mostrarlo al mundo mediante las redes sociales es el contexto actual en el que vivimos en pleno siglo XXI.

De este modo, es muy fácil que acabemos confundiendo la felicidad con el materialismo. Cuanto más tengamos, más reconocimiento tendremos y más felices seremos. Y nada más lejos de la realidad. Comprar por comprar da un placer y una satisfacción momentánea y efímera que muchas veces surge de una necesidad o una especie de adicción para esconder carencias emocionales o disimular una baja autoestima. Una vez pasada la novedad se vuelve al punto de partida y se necesita comprar otra cosa.

Entonces ¿cómo se puede salir de ese círculo vicioso? Pues lo primero es replantearse los hábitos de vida cotidianos y deshacernos de aquello que no necesitamos para aprender a valorar más los pequeños detalles y las relaciones humanas. Y un momento de crisis, como el que ahora vivimos debido a la inflación y en el que hemos perdido poder adquisitivo, es perfecto.

Las cinco preguntas de la felicidad

Lo principal es saber analizar aquellos objetos materiales que realmente necesitamos, ya sea por un bienestar físico y psicológico, de los que solamente deseamos. Sin los primeros no podemos vivir, de los segundos podemos prescindir. Vivir con menos es positivo y nos ayuda a alejarnos de una mentalidad materialista. Pero para lograrlo es importante hacerse cinco preguntas fundamentales que nos ayudarán a ser feliz con menos.

  1. ¿Necesitas las cosas que echas de menos?: aprender a diferenciar las cosas que necesitamos de las que deseamos puede ayudarnos a poner la atención en lo verdaderamente importante.
  2. ¿Las posesiones te definen como persona?: tus pertenencias no reflejan tu valía ni tampoco definen quién eres. Son un medio, no un fin.
  3. ¿Disfrutas de los pequeños placeres de la vida?:una comida en familia, una noche de manta y película o una tarde con tus amigos… la felicidad está relacionada con momentos cotidianos, más que con los materiales.
  4. ¿Valoras lo que tienes?: agradece lo que tienes y deja de pensar en lo que te falta.
  5. ¿Estás dispuesto a cambiar para ser más feliz?: reestructurar los hábitos para abrazar nuevas costumbres pueden ser igual o más placenteros y felices que los que tenías antes.

Y recuerda que cuando conozcas a personas que transmiten serenidad plena estas serán las que valoran lo que tienen, aceptan su vida tal y como es y no se fijan únicamente en aquello que les falta. Esta es la principal clave a la hora de ser feliz con poco: dar las gracias cada día por aquello que tenemos.

Con información de El Confidencial