Esta es la manera de cuidar tu piel tras un día de playa

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Un error muy común es el de no cuidar la piel como se debería tras una jornada de playa, algo necesario para poder evitar el envejecimiento prematuro, dermatitis y acné, entre otros problemas y así poder disfrutar de un rostro impecable. Por este motivo, es importante que conozcas los tratamientos post-sol para cuidar tu piel después de un día de playa.

Nada más llegar a tu casa, tras una larga jornada de playa, en la que has estado expuesta al sol, tendrás que cuidar la piel para que esta luzca más joven, sana y bonita. Para ello es imprescindible que sigas una rutina, la cual no debes saltar bajo ningún concepto.

Para empezar, hay que ser consciente de la importancia de la hidratación, que es imprescindible tanto por motivos estéticos como de salud. Se debe ser consciente de que nuestro cuerpo necesita agua, por lo que debes acostumbrarte a beber un mínimo de dos litros de agua al día. Tras un periodo de tiempo al sol, no puede faltar un buen vaso de agua, que es fundamental para que tu cuerpo y piel vuelva a estar hidratada. En cualquier caso, ten en cuenta que no debes beber solo al llegar a casa, sino que debes llevar el agua contigo para beber mientras estás en la playa.

Por otro lado, debes guardar en tu nevera un agua celular o bruma hidratante para así poder vaporizarla sobre tu rostro en cuanto llegues a casa de la playa, una pequeña acción realmente útil para poder refrescarte al mismo tiempo que conseguirás calmar la piel.

Una vez realizados estos dos primeros pasos de un tratamiento post-sol, llega el momento de realizar una limpieza facial, siendo clave para poder liberarse de posibles impurezas y disfrutar de una piel sana. Esto implica darle a la cara unos pocos de mimos y usar agua micelar para deshacerse de restos de sudor, de crema solar, de salitre, de cloro y de arena, entre otros.

A continuación, llegará el momento de darse una ducha con agua tibia, ya que el agua caliente no es aconsejable porque contribuye a que la piel se reseque, además de potenciar la descamación y afectar a la vida del bronceado. Tras la playa, lo mejor que puedes hacer es darte una ducha con agua bien fresquita o templada, que además ayudará a activar la circulación y bajar la temperatura corporal.

Con la piel bien limpia, usa un sérum extendiendo un par de gotas por tu cara, siendo muy aconsejable usarlo en una rutina facial de verano por su efecto reafirmante y reparador, además de aportar luminosidad a la piel y ayuda a combatir las arrugas. Posteriormente, podrás aplicar una crema nutritiva que tenga ácido hialurónico para aportar mayor hidratación.

Aplica un aftersun, ya que, aunque no te hayas quemado por haber utilizado cremas solares adecuadas, es un producto que cuenta en su composición con activos antirradicales libres y calmantes que son superiores a los de una crema hidratante convencional, porque es capaz de nutrir al mismo tiempo que produce un alivio inmediato y contribuye a calmar los efectos que haya podido provocar sobre tu piel la radiación UV.

Para concluir, recuerda que siempre será positivo que ingieras fruta fresca o verdura, es decir, alimentos ricos en agua que además de ser refrescantes y tener buen sabor, ayudan al organismo y la piel con diferentes beneficios.

Con información de 20minutos