Herederos del Wilmito mantienen extorsionados a presos de Vista Hermosa

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Cada uno de los 1.175 privados de libertad del Internado Judicial de Bolívar debe cancelar semanalmente 20 dólares o lo equivalente en bolívares. El “impuesto” es para preservar el derecho a seguir vivo, según testimonios.

Lo recaudado ($23.500 cada semana aproximadamente) es para el mantenimiento del parque de armas y el tren de vida que se gastan los líderes negativos de ese penal ubicado en Vista Hermosa, municipio Angostura del Orinoco (Ciudad Bolívar), estado Bolívar.

Los dos cabecillas de la estructura delictiva que opera desde Vista Hermosa, están identificados como: Wilkins Rafael Romero Maluenga (El Wilkins) de 34 años de edad y Geovanny Alejandro Navas Ochoa (Pan), de 38 años de edad. Ambos forman parte de un grupo de 11 que procesaron por los asesinatos de María Gabriela Casado Acero y Manuel Enrique Gutiérrez, ocurridos en Ciudad Bolívar, el 14 de junio de 2010. María Gabriela era hermana de Mariela Casado Acero, quien para ese momento se desempeñaba como presidenta del Circuito Judicial Penal Bolívar.

En ese lote de condenados figura Wilmer Brizuela (Wilmito), quien fue el líder negativo de Vista Hermosa entre 2008 y 2016. Al año siguiente, 1° abril de 2017, lo asesinaron de múltiples tiros en el Centro Penitenciario de Aragua (Tocorón).

El Wilkins y Pan eran socios de El Wilmito. Incluso el mismo día que el Tribunal 7° de Juicio de Carabobo emitió condena contra Wilmito, también anunció que El Wilkins pagaría 10 años y 10 meses de prisión, mientras que Pan, 12 años y 10 meses por complicidad no necesaria en sicariato.

El Wilkins y Pan ya terminaron de cumplir sus condenados, pero mantienen el control de las actividades delictivas fuera de Vista Hermosa.

De acuerdo a las investigaciones, la llamada cárcel de Vista Hermosa es un centro de operaciones desde donde se planifican actividades delictivas como asesinatos por encargo, venta de drogas y cobro de vacunas a empresarios, comerciantes y agroproductores.

La cárcel igualmente sirve de refugio para los delincuentes que huyen de las autoridades policiales, albergue que se paga con divisas o trabajos delictivos que reporten ganancias.

Al igual que en La Pica, en Vista Hermosa también existe una especie de “call center” desde donde llaman a personas (muchos de ellos familiares o amigos de presos), para extorsionarlos con la amenaza de asesinarles algún familiar si acaso no entregan determinada suma en dólares.

La estructura delictiva en ese penal bolivarense se complementa con cuatro lugartenientes: Reinaldo José Figuerella Zambrano (Chichi), Douglas Ramón Navarro Valdivieso (Babo), Kelvin Hernández Pérez Melao (Kelvincito) y Niño Fresa, según investigaciones.

El Internado Judicial de Bolívar es una de las siete cárceles que no cuentan con el denominado Régimen Penitenciario, política gubernamental destinada a la reinserción del preso en la sociedad basado en estudio, trabajo y disciplina.

De esos siete, el Gobierno ha tomado el control en cuatro: Centro Penitenciario de Aragua (Tocorón, 20 septiembre); Internado Judicial de Carabobo (Tocuyito, 25 octubre); Internado Judicial José Antonio Anzoátegui (Puente Ayala, 30 octubre) y el Internado Judicial de Monagas (La Pica 3 noviembre).

Restan los internados de San Felipe (La Cuarta, Yaracuy), Trujillo (Santa Rosa) y Vista Hermosa.

Vía ÚN