La red del grupo terrorista Hezbolá se expande en Brasil

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Foto: Archivo

La operación Trapiche, que el pasado noviembre destapó una red de brasileños reclutados por Hezbollah para perpetrar atentados contra objetivos israelíes, es sólo la punta del iceberg, ya que Brasil ha sido elegido por el grupo terrorista libanés como uno de los principales puntos donde expandir sus actividades.

“La red de Hezbollah en Brasil sigue creciendo junto con la creciente importancia de Brasil como punto de tránsito para el tráfico ilícito mundial y la expansión de la economía ilícita”, explica a Infobae Emanuele Ottolenghi, Senior Fellow del think tank Foundation for Defense of Democracies, con sede en Washington.

Es el propio Ottolenghi, en uno de sus minuciosos análisis sobre Hezbollah en América Latina, quien ha identificado la presencia en Brasil de dos hermanos de destacados exponentes del grupo terrorista. Se trata de Haj Wissam Rizk, propietario de una tienda de teléfonos móviles en San Pablo y hermano de Khalil Rizk, ex jefe del Departamento de Relaciones Exteriores (FRD) de Hezbollah.

Este Departamento actúa como enlace entre Teherán y las comunidades chiíes del mundo. Una de las principales funciones del Departamento es ayudar a los operativos de Hezbollah que operan en el extranjero, incluidos los miembros de la Unidad 910. La Unidad 910, que opera bajo los auspicios del Consejo de la Yihad/Brigadas Izz al-Din al-Qassam, es la unidad responsable de las operaciones exteriores, que dirige los ataques terroristas en todo el mundo.

La ayuda prestada por el FRD incluye el reclutamiento y la asistencia operativa, el apoyo logístico y la recaudación de fondos para Hezbollah y su traslado al Líbano. Esta transferencia se realiza mediante cheques a familiares, dinero en efectivo, cambistas y actividades de blanqueo de dinero, incluso a través de comercios.

“Mohamad Mansour, agente de Hezbollah detenido en Egipto hace más de una década, tiene también un hermano, Ziyad, que dirige un negocio en San Pablo, a sólo dos manzanas del hermano di Sheikh Khalil Rizk”, escribe Ottolenghi en la revista Tablet. Mohamed Mansour llegó a Egipto en 2005 con una identidad falsa como jefe del llamado “dossier Egipto” de Hezbollah, parte de un dossier más amplio que implicaba a los “países del anillo” que rodean a Israel, como Egipto, Jordania y Siria.

Su célula preparaba una serie de atentados contra objetivos israelíes y egipcios y fue desmantelada en 2008. Según Ottolenghi, la presencia en Brasil de dos de estos destacados hermanos de Hezbollah forma parte de una precisa estrategia del grupo terrorista.

“Estas redes casi siempre tienen un componente familiar, ya que los líderes de Hezbollah en la nomenclatura del partido se apoyan en parientes o les asignan tareas complejas de apoyo en el exterior”, explica Ottolenghi a Infobae. Y añade que “la familia y el lugar de origen suelen ser fuertes indicadores de cooperación y connivencia en estas redes, como en el caso de otras organizaciones criminales basadas en clanes, como la mafia italiana”.

Los dos cerebros de la Operación Trapiche también tienen una conexión familiar. El sirio nacionalizado brasileño Mohamad Khir Abdulmajid estaba emparentado por vía materna (su madre es libanesa) con Haissam Houssim Diab. Ambos están ahora buscados por la Interpol, que cree que han huido a Líbano. En estos días se abrió el primer juicio, en el que están acusados Abdulmajid y uno de los principales reclutas brasileños de la organización, Lucas Passos Lima.

Infobae tuvo acceso a los documentos de la investigación de los que surgen nuevos e importantes detalles. En primer lugar, los viajes de ida y vuelta al Líbano de los seis reclutas brasileños comenzaron ya en diciembre de 2022. Esto demostraría la larga planificación de Hezbollah en la creación de la red criminal brasileña con la que llevar a cabo los atentados, que no habría sido posible sin una fuerte presencia del grupo terrorista en el gigante latinoamericano.

Otro aspecto interesante que se desprende de los documentos de la investigación es la miríada de agencias de viajes implicadas en la emisión de los billetes de avión utilizados por la red terrorista, algunos adquiridos en efectivo. El propio Abdulmajid había acudido personalmente a una de estas agencias en un centro comercial de Río de Janeiro con uno de los brasileños reclutados para comprar su billete de avión.

Algunas de las agencias de viajes mencionadas en los documentos de la Policía Federal llamaron la atención de los investigadores porque, a pesar de tener nombres diferentes, detrás de ellas había las mismas personas. Una en concreto, que también funcionaba como casa de cambio, ya entró en el radar de las autoridades brasileñas en 2019 por estar implicada en la Operación Freeway en la que la Policía Federal destapó en Foz de Iguazú, en la Triple Frontera, una organización criminal transnacional especializada en blanqueo de capitales, evasión de divisas, gestión fraudulenta y contabilidad paralela.

Las investigaciones demostraron que, entre 2011 y 2017, esta red cambió ilegalmente cientos de millones de dólares. Gran parte de esta suma fue evadida a Paraguay, principalmente a empresas de venta de productos electrónicos, mientras que otra parte sustancial fue enviada a agencias de viajes con sede en Foz do Iguaçu y controladas por la organización.

La investigación también reveló que esta organización criminal operaba como una especie de “banco de compensación”, haciendo coincidir los intereses de contrabandistas brasileños interesados en enviar dinero a Paraguay con los intereses de personas en Paraguay interesadas en enviar dinero a Brasil, incluidos los operativos de Hezbollah que actúan en el lavado de dinero en la Triple Frontera.

Además, esta misma agencia de viajes que vendió algunos de los billetes de la red terrorista destapada por la Operación Trapiche y que estuvo implicada en la Operación Freeway también aparece en los papeles del juicio de 2015 de Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia del país. Fue una de las agencias de viajes utilizadas por el conocido doleiro Alberto Youssef y su mula, Rafael Angulo López, quien confesó a los jueces que entregaba sobornos incluso al ex presidente brasileño Fernando Collor.

Con información de Infobae