Las meninas de Antonio Azzato saldrán de paseo por Chacao

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Antonio Azzato era solo un niño cuando vio por primera vez el cuadro que cambiaría su vida y definiría gran parte de su carrera artística: Las Meninas del pintor español Diego Velázquez.  De pequeño, sus padres, un italiano y una española que se radicaron en Venezuela y formaron una familia de cinco hijos, siempre lo llevaban de visita al Museo del Prado en Madrid. Allí, donde se exhibe la obra maestra acabada en 1656, Azzato se dio cuenta de lo mágica y magnética que es esa pintura. Desde entonces, el ingeniero industrial de profesión y artista por vocación, volvió al museo varias veces para admirarla una y otra vez.

En una de esas ocasiones, ya de adulto y recién egresado de la carrera que cursó en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Azzato apreciaba la pintura cuando una persona a su lado comenzó a llorar. La reacción le hizo darse cuenta del impacto que la obra tenía en el espectador. De inmediato, pensó: “Aquí pasa algo, tengo que investigar”. Han pasado seis años. Desde entonces, Azzato no solo ha investigado el cuadro de Velázquez sino que también tomó la forma de la menina y la llevó a las calles de Madrid. Convirtió la capital española en un museo al aire libre  con las reconocidas figuras que, en la primera semana de enero, llegarán por primera vez a Caracas.

“Velázquez nos estaba gritando cosas que no estábamos escuchando. Por eso me animé a reinterpretar su cuadro.  Determiné que esta obra es un sistema de ecuaciones matemáticas con una incógnita por despejar: ¿qué pintaba el autor detrás de su lienzo? A esta variable la he llamado el Mensaje Infinito de Velázquez”, explica el también egresado del Máster en Dirección Comercial y Marketing en el Instituto Empresa en Madrid.

Fabricadas en fibra de vidrio con 1 metro 80 centímetros de altura, con diseños que tardan aproximadamente 2 o 3 semanas en pintarse, 19 meninas llegarán al país para exhibirse en diferentes lugares del municipio Chacao. “Ya están las ubicaciones seleccionadas, no puedo dar detalles del mapa pero se publicará oportunamente antes de la exhibición. Las figuras están repartidas por los puntos más emblemáticos del municipio”, comenta desde Madrid.

Cinco de ellas han sido diseñadas por personajes importantes del mundo del arte, el deporte y la moda: la futbolista Deyna Castellanos, los beisbolistas Ronald Acuña y Gleyber Torres, el artista Oscar d’León y el diseñador de moda Ángel Sánchez. Con sus meninas contarán su historia y darán un mensaje al público sobre cómo dejar el nombre de Venezuela en alto en sus respectivas profesiones.

“La muestra se da gracias a una colaboración entre la Alcaldía de Chacao y el Banco Nacional de Crédito (BNC) que creen y apuestan por llevar el arte a la calle. Me contactaron y estamos llevándolas al país desde julio. Es algo que me tiene muy contento por poder retribuir a Venezuela un poco lo que me ha dado a mí y a mi familia a lo largo de los años”, reconoce Azzato, quien también estudió interiorismo en la reconocida Escuela Parsons en Nueva York.

Contento de que las meninas se exhiban en las calles de Chacao, espera que su obra sea una ventana de proyección de lo que son los íconos nacionales. “Estas meninas que salen a las calles tienen un efecto que engancha a la gente y hace que se tomen miles de fotos que le dan la vuelta al mundo. En esta ocasión las meninas tendrán temas como el colibrí, la orquídea, el petróleo, el araguaney, nuestros íconos nacionales, nuestra bandera, Simón Bolívar… Todos estarán en las meninas que van a posicionar a Caracas en la línea de la actividad cultural mundial”, asegura Azzato.

No sabe si los invitados estarán presente en la inauguración para hablar de sus creaciones, todo dependerá de cuánto tarden las meninas en llegar al país. Por los momentos, las figuras se encuentran, desde hace dos semanas, en altamar. Se tiene previsto que la primera semana de enero se realice la instalación, una fecha en la que la mayoría de los cinco convocados tiene planificado estar en la capital. Eso sí: todos le han expresado a Azzato su deseo de participar en la inauguración.

El “antimuseo”

Para Azzato, las meninas que visitarán Caracas forman parte de la muestra más significativa que ha hecho hasta ahora después de seis ediciones exitosas en Madrid y más de 300 figuras exhibidas. Desde que comenzó con el proyecto, cuando fue a la Alcaldía de Madrid con unos planos bajo el brazo, soñaba con traer estas figuras a la ciudad en la que creció.

“Vengo de una familia de migrantes. Venezuela nos abrió las puertas cuando mi papá llegó con una maleta desde Italia. Llegó para ayudar a formar un país, construirlo, y ese país le dio la oportunidad de, muy generosamente, criar hasta cinco muchachos, entre ellos yo. Pude salir de Venezuela y ahora estoy muy contento de retribuir algo de lo que le ha dado a nuestra familia. Es la exhibición más bonita, la que me ha inspirado más y la que me ha llenado más también”.

Para traerlas, Azzato asegura que solo hizo falta estar en el momento y el lugar correctos. Además, fue necesario que el proyecto calara primero en España. “Que las meninas sean un ícono y estén hechas por un venezolano… Eso tiene muchos mensajes implícitos.  Se trata de transmitir el mensaje de que sí se puede, sí se pueden hacer cosas positivas, llevar el nombre del país en alto”, comenta. Cree que es necesario promover en el país este tipo de eventos que unan a las personas a través del arte e incluso las  inspiren a involucrarse más con la actividad artística y cultural.

Las meninas están diseñadas específicamente para que la gente, ya sea en Madrid o en Caracas, pueda relacionarse con ellas. Su altura, por ejemplo, fue concebida para que el espectador se sienta a escala con la obra. La idea es sacar el arte a las calles en lo que el ingeniero define como un “antimuseo”.  “Cuando uno entra a un museo lo primero que ve son letreros indicando que no se pueden tocar las obras o no se pueden hacer fotos. Te sientes como si estuvieras invadiendo el espacio de alguna forma y si llegas a hacer una foto, sales sintiéndote como un ladrón. El efecto de las meninas en las calles es que la gente toca, se sube en ellas, las disfruta a través de sus sentidos”.

Una experiencia diferente, eso ofrecen sus meninas. Son diferentes a las piezas que se encuentran en un museo pero, a la vez, te invitan a visitar uno. “La tecnología hace que la gente, sobre todo los niños y los jóvenes, no vayan más a los museos. Esto es una manera de acercar más el arte a la gente. Me he encontrado niños preguntándoles a sus padres qué son esas muñecas y los padres les responden que no son muñecas, son las meninas de Velázquez. Probablemente luego los llevan al Museo del Prado. Entonces pienso: misión cumplida”.

En el caso de la exhibición que se presentará en Chacao, las meninas estarán en las calles durante dos meses. Después de eso, algunas se donarán a las marcas y patrocinadores que hicieron posible el evento, otras a la alcaldía y otras se subastarán con fines benéficos, el caso de las elaboradas por los invitados.

El infinito mensaje de Velázquez

Las Meninas, también conocido como La Familia de Felipe IV, es uno de los cuadros más reinterpretados en la historia del arte después de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. Tras años de estudiar a profundidad la obra, Azzato se dio cuenta de que todo giraba en torno a lo que Velázquez pintaba detrás de su lienzo. Diseñó entonces  una escultura en blanco con la silueta de la menina para convocar una muestra representativa de lo que es la ciudad, en este caso Madrid, para transmitir mensajes a través de ellas.

“En la primera exhibición que hice, hace seis años, les pregunté a los artistas que participaron qué era Madrid para ellos. Eso se transmite por medio de la silueta de la menina. Lo curioso de esta obra es que 200 años después de que se pinta y llega al Museo del Prado, casualmente le cambian el nombre y le ponen Las Meninas, que eran las sirvientas de la época. Hay algo de reivindicación, de esa sección áurea de esas meninas que las hacen protagonistas. Por eso saco la escultura a la calle con una estructura diferente para que nos cuenten algo diferente y nos transmitan mensajes”.

Al principio, no le fue fácil lidiar con las críticas negativas porque hay quienes no están de acuerdo con las monumentales figuras en las calles. Incluso hay quienes afirman que en Madrid “no cabe una menina más”. Como un respetuoso de la libertad de expresión, Azzato asegura que su arte no tiene por qué gustarle a todos. Las críticas, reconoce, le hizo entender que las personas a las que no le gustaba su propuesta le estaban haciendo un favor con sus comentarios.

“Esas críticas le dan publicidad a la exhibición y salen 95% de las personas a las que sí les gusta en mi defensa. La respuesta está en la calle, son 6 ediciones consecutivas. Somos uno de los pocos eventos que salió en plena pandemia. Respeto la opinión de todo el mundo y me he dado cuenta de que los haters normalmente odian el éxito, nunca el fracaso. Siempre tratan de agredir y criticar a los que tienen éxito. Por eso los dejo ser, que la gente opine lo que quiera que yo sigo enfocado en mi trabajo”.

A pesar de lo complicado que fue al inicio, está contento con lo logrado en Madrid. Al inicio pensó que sería una sola edición, una exhibición que se haría un año nada más. Ahora no solo cuenta seis ediciones sino que también hay una menina gigante de 10 metros de altura. Cada año esta se ubica en las calles con el circuito de luces de alumbrado navideño de la ciudad. “Creo que ya la gente reconoce a la menina como un ícono de Madrid y le da identidad. Estoy contento de que sea una celebración anual y de que se convierta en un gran museo callejero”. También asegura estar convencido de que pasara igual en Caracas. “Yo no descanso hasta cumplir mis sueños. Quiero eso. Llenar de arte Caracas y el país entero si se puede en algún momento”.

Las significativas

En los últimos seis años de su vida Antonio Azzato ha realizado más de 300 meninas. Para él todas son hermosas así estén en blanco o perfectamente pintadas. Si tuviera que escoger alguna se quedaría con aquellas que más mensaje transmiten. Este año en Madrid, cuenta, hay una del entrenador español Eduardo Valcarcel, quien perdió una de sus piernas cuando tenía año y medio.

“Lo único que tuvo en su vida fueron puertas que se le cerraban, era fanático del fútbol, se propuso ser entrenador y todo era no. Hoy en día no solo es entrenador nacional de fútbol sino que también ha sido director de la Real Federación de Fútbol Español y hoy lidera un equipo en la Universidad Francisco Victoria. Entonces su menina dice: ‘Una pierna es suficiente para dar grandes pasos’. Con esas son las que me quedo”.

Otra menina que lo marcó significativamente fue una dedicada al escritor brasileño de autoayuda Paulo Coelho, que participó el año pasado. “Yo, siendo El Alquimista el primer libro que leí por iniciativa propia, nunca me imaginé que le iba a escribir un correo a Paulo Coelho. A las dos horas me respondió que sí participaría en la exposición. Con esos mensajes me quedo”.

El grupo de figuras que llegará a Caracas está inspirado en los colores, formas y en lo que representa la orquídea para los venezolanos. “Lo importante es que el impacto visual de la menina sea tal que te invite a hacerte una foto. Luego esa foto le dé la vuelta al mundo. Es lo que se ha logrado a lo largo de las seis ediciones que se han hecho en Madrid”.

Seguro de que las meninas serán bien recibidas en su país, Azzato confesó que recibía cientos de correos en los que le preguntaban cuándo llegarían a Caracas. “Ahora es el momento”.

Con información de EN…