Pagos financiados y sistemas de ‘apartado’ han salvado el comercio venezolano

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Foto: Archivo
Las modalidades de pago financiado y de porcentaje anticipado, a cambio de la reserva del producto, crecen en una Venezuela con sed de créditos bancarios y un poder adquisitivo mermado, lo que ha resentido los comercios, de los cuales cientos han adoptado estas alternativas en un intento por levantar sus ventas, disminuidas respecto a 2022.
Cada vez más establecimientos, sobre todo en los centros comerciales, ofrecen a los consumidores la posibilidad de acceder a un bien o servicio mediante el modelo conocido en el mundo como ‘compra ahora, paga después’ o a través de un sistema de ‘apartado’, con el que el cliente hace un pago inicial y el resto en un plazo determinado, para luego poder retirar el producto.
Estas alternativas han permitido a venezolanos adquirir bienes que, de otra manera, no hubieran podido, y sin que represente un solo golpe a sus ajustados bolsillos, afectados por una inflación que acumula un 182,9 % hasta noviembre.
Una red nacional de establecimientos de equipos para el hogar permite hacer el pago “en el tiempo” que le convenga al cliente, con “un máximo de 12 semanas”, mientras que una cadena de tiendas por departamento ofrece pagar el 30 % del “costo del artículo en divisas” y el resto de manera fraccionada, lo que “congela el precio del producto” hasta que la persona complete el pago y lo retire.
Otra red de tiendas por departamento anunció recientemente una “nueva modalidad de crédito” para los clientes que hagan una compra mínima de 30 dólares, quienes podrán acceder a un “monto de financiamiento” de hasta 50 dólares, que deberán pagar “en dos cómodas cuotas quincenales”.
La economista Tamara Herrera dijo a EFE que esta “forma de financiamiento que proveen no instituciones bancarias sino los propios comercios” o plataformas que “canalizan el crédito que concede” el local “es resultado de la prolongada ausencia de crédito bancario al consumo, no solo a la producción y a la comercialización”.
El consumo, prosiguió, registró una “profunda caída” en el primer semestre del año, para luego volver a aumentar en la segunda mitad pero a un ritmo inferior al de 2022.
Señaló que muchos comercios, algunos de los cuales “han tenido periodos de pérdidas” pese a hacer “rebajas y promociones” y tratar de “mantener los precios”, han recurrido a opciones como los pagos financiados, cuyo uso prevé siga creciendo, sobre todo si “se consolidan mecanismos de seguimiento para asegurar un buen cumplimiento por parte de los deudores”.
Sin embargo, considera importante entender que “esto no es un financiamiento bancario”, sino “comercial”, que “crece para llenar el vacío” que crea la “restricción al crédito impuesta” por el Banco Central.
Con información de Noti Tarde