El pasado domingo 14 de enero, más de 2,7 millones de personas se congregaron en la ciudad de Barquisimeto, en el estado Lara, Venezuela, para acompañar en procesión a la imagen de la Virgen Divina Pastora, informó el gobernador del estado, Adolfo Pereira, en un post en X citado por Catholic News Agency.
En el encuentro, Pereira comentó que se vivió un ambiente muy positivo, «donde reinó la paz, la calma y la religiosidad del pueblo».
De acuerdo con catholic.net, la devoción se remonta a 1703 en Sevilla, España, cuando un fraile capuchino vio a la Virgen María vestida de pastora sosteniendo en sus manos un cayado de pastor.
Estaba rodeada de algunas ovejas, pero una que se había extraviado era perseguida por un lobo, al que el Arcángel Miguel despachó con una flecha.
El fraile encargó un cuadro que representara lo que había visto y comenzó a difundir la devoción a la Virgen bajo esta advocación, que con el tiempo se extendió a la América española y a Venezuela en particular.
La imagen representa el papel de María en la protección del rebaño de su Hijo contra el maligno. «Divina» se toma en el sentido de «excelentísima».
Divina Pastora: una de las procesiones más grandes
La procesión de este año comenzó temprano con la tradicional Carrera Devocional de la Divina Pastora. Aproximadamente 44.000 corredores realizaron el recorrido de 10 kilómetros, equivalente a 6 millas, que pasó por los lugares más emblemáticos de la ciudad hasta llegar a la iglesia de Santa Rosa, punto de partida de la procesión.
La imagen de la Virgen fue procesionada más de seis kilómetros a lo largo del día, desde la iglesia Santa Rosa hasta la catedral metropolitana de Barquisimeto, donde el arzobispo emérito de Coro, Mariano Parra, celebró la misa para la recepción de la imagen.
«No es casualidad que esta procesión se haya realizado 166 veces, y cada [vez] aumenta el número de personas que acompañan a la Divina Pastora, convirtiéndose así en una de las manifestaciones [de devoción mariana] más grandes del mundo», dijo Parra en su homilía.
El prelado dijo que Dios manifiesta a la Iglesia en Venezuela —a través de la Divina Pastora— cuál es su voluntad e invitó a todos los fieles a esforzarse por conocer y comprender lo que Dios quiere.
«María, bajo la advocación de la Divina Pastora, hoy nos pide —como discípulos de su Hijo— que aprendamos de ella: a vivir solo para Cristo y a su servicio. Esta es nuestra razón de ser», afirmó.
El arzobispo emérito concluyó pidiendo a la Divina Pastora «que nos conduzca a su Hijo, Jesucristo, y nos ayude a ser fieles, a ir por el mundo sembrando amor, justicia y paz».
El compromiso de los obispos venezolanos
El 12 de enero concluyó la 121 Asamblea Plenaria Ordinaria de los obispos venezolanos, durante la cual los prelados analizaron la actual coyuntura nacional y los mayores retos que el nuevo año presenta al país y a la Iglesia católica.
Tras la reunión, los obispos publicaron una exhortación pastoral en la que piden a todos los venezolanos trabajar por la paz, la justicia y la solidaridad fraterna, así como realizar un esfuerzo que permita «abrir puertas y tender puentes de entendimiento y convivencia».
Los obispos también llamaron la atención sobre el «urgente problema nacional» en materia económica, humanitaria, migratoria, educativa y de corrupción. «Lo más grave de esta situación», comentaron, es «que no hay interés en una solución a nivel institucional».
Los prelados pidieron «un diálogo y una negociación seria, sincera y comprometida entre el gobierno y los diversos sectores de la vida nacional», en referencia a las elecciones presidenciales previstas para este año en el país.
«Una vez más hacemos llegar nuestros mejores deseos para que este año 2024, con el esfuerzo y la participación de cada persona y de todas las instituciones del país, recorramos la ruta del diálogo, del encuentro y del tipo de país que todos queremos», concluyeron los obispos.
Con información de Banca y Negocios
