Recomendaciones para alargar la vida útil de tus pestañas postizas

0

Aprender a limpiar las pestañas postizas no solo prolonga su durabilidad, sino que disminuye el riesgo de posibles infecciones oculares. Aunque este producto es reutilizable, sus cuidados y su desinfección son determinantes para conservarlas en óptimas condiciones.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que son delicadas y hay que ser cuidadosas tanto al aplicarlas como al despegarlas. Tener a mano las herramientas adecuadas, al igual que evitar su contacto con ciertas sustancias, ayudará a darles una limpieza rápida y efectiva. Te damos todos los detalles a continuación.

De este modo, la naturaleza de las pestañas es atrapar el polvo o cualquier otra partícula que pueda intentar entrar al ojo. Al utilizar pestañas postizas — que son puestas a una distancia de 1 a 2 milímetros de la línea de las pestañas— queda un espacio idóneo para acumular residuos de maquillaje, grasa y otros tipos de suciedad que pueden propiciar al crecimiento de bacterias.

Todo esto, sumado a las células muertas que tienden a acumularse en los párpados, conlleva a un mayor riesgo de problemas oculares, como la queratoconjuntivitis, la blefaritis alérgica, la erosión conjuntival, la hemorragia subconjuntival, entre otros. De ahí la necesidad de darles una buena limpieza tras cada uso.

Eso sin contar con que los aceites propios de la piel pueden impregnarse en el producto, acelerando su deterioro. Si no se retiran estos residuos, es difícil que el pegamento cumpla su función, lo que reduce su vida útil.

Limpiar las pestañas postizas es una tarea sencilla, pero necesaria. Hay que considerar que, al igual que las naturales, tienden a atrapar polvo y suciedad en su superficie. Y si bien suelen ser reutilizables, lo mejor es asegurarse de que queden libres de mugre y bacterias tras cada uso sin afectar su forma y su textura.

Antes de manipularlas, hay que lavarse las manos con agua y jabón durante 20 o 30 segundos. Esto evita que se contaminen con bacterias. Hay que evitar usar las pinzas o las uñas para desprender las pestañas. En su lugar, el proceso se puede realizar con la yema de los dedos o con un bastoncillo de algodón cubierto de desmaquillante. Este último ha de ser de base acuosa, ya que los oleosos tienden a deformar las pestañas.

Si no quieres desprender las pestañas postizas, de igual manera debes dedicar unos minutos a su limpieza. Como hemos comentado, el producto para desmaquillar debe ser de base acuosa para que no se deformen ni se despeguen.En este paso, se recomienda usar un palillo de rímel desechable para cepillar las pestañas varias veces hasta eliminar cualquier residuo.

Es importante evitar el contacto con ciertos productos, aquellos cosméticos a base de aceite como limpiadores, aguas micelares, humectantes, tónicos, así como el champú y el acondicionador, hacen que el pegamento se desprenda con más facilidad. Si lo que buscas es prolongar la durabilidad de las pestañas postizas, evita el contacto con estos.

Otro de los productos que hay que evitar son las toallitas desmaquillantes. Hay varias razones. Primero, porque contienen sustancias emolientes, aceites y glicoles que pueden conducir al desprendimiento rápido de las pestañas.

En otros casos, el rimel —en especial si es a prueba de agua— es innecesario al momento de maquillar las postizas. Cabe destacar que el objetivo de estas extensiones es dar «un efecto maquillado al ojo», por lo que este tipo de producto no es imprescindible.

De igual forma, el rímel y el delineador de ojos son difíciles de quitar y pueden hacer que las pestañas se enreden. Además, agregan demasiado peso al folículo, por lo que estéticamente no se ve bien.

Recuerda que el momento adecuado para limpiar las pestañas es en las noches. Asimismo, los productos a base de componentes minerales (en especial las sombras y los correctores) son los más propicios para maquillar y limpiar el rostro si se tienen pestañas postizas.

Hay que evitar frotarse los ojos para que las pestañas no se desprendan y para no transferir suciedad y bacterias con las manos a su superficie. A menudo, la durabilidad de estas es hasta de 15 días. Luego de esto, conviene cambiarlas por unas nuevas.

Con información de Mejor con Salud