El Ejército ucraniano afirmó este jueves haber detenido el “avance” ruso en algunas zonas de la región de Kharkiv, en el noreste del país, donde Moscú lanzó una nueva ofensiva terrestre el pasado 10 de mayo y logró ocupar nuevos territorios.
“La situación en la zona de Kharkiv sigue siendo complicada y evoluciona de manera dinámica. Nuestras fuerzas defensivas han logrado estabilizar parcialmente la situación y detener el avance del enemigo en algunas zonas y localidades”, indicó a la televisión el portavoz del ejército en la región, Nazar Voloshin.
No obstante, el ejército ruso “intenta crear las condiciones para avanzar de nuevo”, matizó el portavoz.
En la ciudad de Vovchansk, que contaba con 18.000 habitantes antes de la invasión y es una de las principales que Moscú intenta ahora ocupar, las fuerzas ucranianas están “peinando los edificios” del norte de la localidad, indicó Voloshin.
El ejército ucraniano “trata de estabilizar la situación, de infligir daños e impedir al enemigo que se asiente. Hay en curso varios contraataques” ucranianos, aseveró el portavoz militar.
El popular bloguero militar ucraniano Yuri Butusov, seguido por medio millón de personas, afirmó por su lado que “la ofensiva rusa en el norte de la región de Kharkiv se ha visto de facto detenida”.
“Los grupos de asalto rusos han sufrido pérdidas, pero aún no han sido destruidos, y los combates continúan”, añadió en Facebook la noche del miércoles.
Según el gobernador regional Oleg Sinegubov, 8.779 personas fueron evacuadas. Una quincena de personas resultaron además heridas en distintos bombardeos en esta región del noreste de Ucrania.
De acuerdo con el Estado Mayor de Kiev, unidades ucranianas en la zona trabajan con la inteligencia para identificar las posiciones de la artillería y encontrar a grupos de combate rusos que actúan por separado.
El fuego ucraniano está causando daños en el enemigo para evitar que acumule tropas y equipamiento en el norte de la localidad de Vovchansk, cuya conquista está siendo una de las prioridades de Rusia en este nuevo frente abierto por sus tropas el viernes.
Según el Estado Mayor ucraniano, las fuerzas de Kiev que defienden el municipio -el más importante de la zona fronteriza- están peinando los edificios de la zona norte en busca de infiltrados rusos y mantienen bajo control de fuego de su artillería y de sus drones los lugares en que Rusia concentra tropas y equipamiento.
El parte ucraniano cifra en 615 el número de bajas rusas desde que el viernes comenzó esta ofensiva, en la que Rusia habría visto dañado también un centenar de unidades de equipamiento militar.
Con información de Infobae