La fuerte nevada que ha caído durante la noche en el norte de Italia ha dejado aislada la localidad alpina de Livigno, en la región de Lombardía, repleta de turistas por las vacaciones de la Semana Santa y también varias partes del municipio se encuentran sin electricidad por la caída de varios postes de la luz tras una avalancha.
La carretera estatal de Foscagno está cerrada desde anoche tras una fuerte nevada, y permanecerá cerrada hoy al menos hasta las 18.00 horas, tras una posterior evaluación de las condiciones, explicó el alcalde de Livigno, Remo Galli.
«El paso del Forno en dirección a Suiza es transitable a trompicones, pero en el lado italiano estamos aislados. Ayer abrimos la carretera estatal con una ventana de cuatro horas, algunos turistas lograron irse, aconsejo a muchos otros que todavía están abarrotando los hoteles que esperen en los hoteles para ver nuevas novedades», afirmó el alcalde.
Los quitanieves están trabajando para despejar la carretera, pero el mayor riesgo es el de avalanchas como la se produjo anoche que arrasó tres postes de electricidad. «Estamos trabajando para restablecer la electricidad», aseguró Galli.
Las fuertes lluvias de estos días han provocado daños y problemas de la circulación en el norte del país con cortes de carreteras por deslizamientos de tierra, mientras que en la sur reina el buen tiempo con temperaturas que alcanzaron los 30 grados.
Protección Civil ha emitido una alerta naranja para las próximas 24 horas por riesgo hidráulico e hidrogeológico en algunos sectores del Valle de Aosta, Lombardía y Emilia-Romaña y una alerta amarilla en otras zonas de estas tres regiones y otras siete, Liguria, Piamonte, Trentino Alto Adigio, Friuli Venecia Julia, Véneto, Toscana y Umbría.
Este domingo en Milán hubo rachas de viento que alcanzaron los 90 km/h y el ayuntamiento recomendó «no aparcar bajo los árboles en parques y avenidas con árboles y cerca de andamios» e invitó a «garantizar la seguridad de los objetos y tiestos en los balcones».
Con información de EFE
