Apagones someten a tachirenses a once horas de espera para renovar la cédula

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Foto: Archivo

Aprovechar una jornada especial en el Saime de San Cristóbal para renovar la cédula de identidad vencida o perdida, es una oportunidad para todos los venezolanos que por alguna razón no tienen el documento vigente y/o recuperarla.

Yo me anoté este lunes 8 de marzo. No pude acceder al sistema por citas; no insistí. Me enteré de la jornada y listo, a madrugar. Se me olvidó lo de los cortes de electricidad, tan comunes en nuestra ciudad en los últimos meses.

Toda una experiencia. Como lo hace el pueblo mismo que no tiene los amigos en las instituciones para estas diligencias, el derecho de todos los venezolanos. A las 6:00 de la mañana salí de casa, pero la lluvia obligó a regresar a buscar una chaqueta.

Media hora después, una persona de la larga fila de espera escribió mi nombre en la lista de interesados en el proceso. 299 fue el número asignado. Los primeros en llegar lo hicieron antes de las cinco de la mañana. Se dijo que un grupo estaba allí desde las cuatro de la madrugada.

En otras dos colas diferentes se organizaban los adultos mayores de 60 años y los que fueron asignados por la cita del sistema programado. Ellos pasaron a las 7:00 de la mañana y muchos, una hora después, ya estaban listos. Nada complicado, según narró un amigo que allí se encontraba. Afuera seguían llegando personas a la larga cola, ya ordenada por orden de llegada; no hubo nadie coleado, y la lluvia obligaba a buscar refugios o cubrirse con lo que encontrara.

Nosotros, cerca de 380 personas, ingresamos todos a las instalaciones del Saime. Cerraron la lista y comenzó el proceso por medio de la capta huellas.

Dos procesos

El primer proceso captahuella: si la huella del solicitante es aceptada por el sistema y su rostro no registra muchos cambios físicos, la persona ya ha cumplido el proceso. Es decir, lo acepta el sistema, se hace renovación del documento de manera automática y usted recibirá nueva cédula con la misma fotografía de 10 años atrás y solo hay cambio de fecha de expedición y de vencimiento, en lapso de 8 días.

Segundo proceso al sacar la cédula: Si es rechazado por el sistema, el solicitante debe ingresar a las oficinas y sacar la cédula con foto nueva, firma nueva, esto último si usted así lo quiere.

Los apagones

Todo bien; pero a las 9:30 de la mañana hubo el primer corte de electricidad. “Son tres horas de espera. Eso pasa todos los días”, gritó uno de los trabajadores a los que esperábamos en fila

La electricidad llegó a las 12:30 en punto, como lo dijo el adivino del Saime, nada difícil ante los constantes apagones. Sigue el proceso, y en mi caso logro ser llamado a las 2:40 de la tarde a la cola final del proceso. Se acerca el número 299.

Al llamar al número 296, a las 3:00 de la tarde, vino otro apagón. ¡Dios santo! A esperar.

Se dijo que desde el Saime llamaron a Corpoelec, al gobernador Bernal, al contacto del contacto, para que reconsideraran el corte de electricidad. No sé si fue cierto lo de las llamadas pero la electricidad llegó de nuevo a las 3.30 de la tarde y el proceso se reactivó.

Al pasar por el capta huellas, las huellas de cuatro dedos de mis manos no fueron aceptadas por el sistema, por ende, debía esperar que otra trabajadora asignara la cita y entrar a las oficinas.

Debía formar fila en otra cola. El sistema funciona a la perfección, hay alegría porque son las 4:00 de la tarde y vamos a cumplir el proceso. En la recta final, a escasos cuatro números para ser llamado a la casilla de atención, a las 4:38 minutos de la tarde del lunes se fue la luz otra vez. El tercer corte del día.

Una hora después, a las 5:30 de la tarde. La supervisora del Saime, una mujer muy atenta, dispuesta a escuchar a quienes le piden orientación durante todo el día, se dirigió a carca de 100 personas para indicar que seriamos atendidos el martes 9 de abril, en horas de la mañana.

Yo me anoté para pasar a las 10:00 de la mañana y a las 9:50 ya estaba dentro del Saime, en la larga cola de espera para el proceso final, y a las 9.56 se fue la electricidad. ¡Dios santo! Se va a repetir la historia del lunes, fue lo primero que mi mente expresó. Muchos salieron a comer, yo me senté a escribir esta historia y a pedir a Dios que iluminara el camino, y como por arte de magia llegó la electricidad a las 10:08. El proceso siguió su curso y a las 11:30 la primera fase de la historia había llegado a su final.

Con información de La Nación