Chuao, un pueblo de cacao, cultura y tradición: No es San Juan, es el niño San Juan

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Al igual que otras zonas costeras del estado Aragua, en Chuao veneran a San Juan, sin embargo con la particularidad que caracteriza a este pueblo anclado en el municipio Santiago Mariño, su San Juan es diferente, pues no se trata de uno grande, sino de un San Juan Niño.

La veneración y el respeto hacia él es total, siendo aclamado en cada una de las actividades que se realizan en el pueblo, “incluso las mujeres cuando están en su faena le piden. Le cantan a las matas de cacao con el canto de San Juan y siempre están clamando a él”, explicó Jonathan Liendo, presidente de la directiva de San Juan Bautista en Chuao.

Respecto al por qué es un San Juan niño, Liendo señala que nadie en Chuao lo sabe, solo están seguros que la imagen tiene más de 400 años en el pueblo y están muy orgullosos de ser la única región en Venezuela que lo tiene y lo venera.

Cuenta que antiguamente este San Juan era vestido con cintas, pero una señora de nombre Damiana Liendo le prometió que si le daba salud ella le regalaría un vestido.
Pues bien, San Juan le dió lo que ella le pidió y doña Damiana le cumplió.

Desde ese entonces, cada 24 de junio el niño San Juan recorre las calles de Chuao ataviado con vestidos que año tras año y por más de 4 generaciones le ha confeccionado una familia del poblado. Su recorrido lo hace al golpe del tambor, en medio de rituales y una gran fiesta que se prolonga hasta el amanecer, dónde tienen participación propios y visitantes.

Una fiesta por todo lo alto

En Chuao la fiesta a San Juan Bautista comienza desde el mismo 01 de junio con un despertar a las 5:00 de la mañana. A esa hora San Juan es colocado en la puerta de la Iglesia del pueblo, y hasta allá van los san juaneros a anunciarle que comenzó el mes de su festejo.

Luego de eso, de acuerdo a lo detallado por Liendo, se entra en un receso hasta las 5:00 de la mañana del 23 de junio, cuando nuevamente la imagen es puesta frente a la iglesia y vuelven a ir por San juaneros a decirle que ya casi es su día.

El 23 de junio transcurre con muchas preparaciones hasta las 7:00 de la noche cuando se realiza una misa en la iglesia y a las 10:00 pm San Juan sale en procesión hasta su casa, ubicada a escasos metros de la iglesia y dónde es velado durante toda la noche.

Mientras se realiza ese velatorio los integrantes de la sociedad visitan las casas de los socios ya fallecidos, dónde se baila el tambor y se escuchan a las llamadas sirenas, que son mujeres del pueblo que realizan diversos cantos.

Ya a las 8:00 de la mañana del día 24 de junio, la figura de San Juan es colocada en una mesa y sale a hacer un recorrido casa por casa, una jornada que se extiende hasta las 2 o 3 de la tarde, y el santo es dejado en uno de los lugares que visitó.

“Salimos de nuevo a las 5:00, ahora sí va el santo, a recorrer y visitar las casas de los socios”, destaca Liendo, quien agregó que luego de este recorrido, San Juan regresa nuevamente a su casa donde es recibido con algarabía y bajo una lluvia de fuegos artificiales y al son del tambor, iniciado así la parranda que se prolonga hasta el amanecer del 25 de junio.

Máximo respeto

Para los chuaeños la fiesta de San Juan es la máxima expresión de sus creencias y tradiciones, es por ello que cada uno de los rituales que le dedican lo hacen bajo la máxima primicia de respeto y veneración.

De allí que el baile que le realizan es respetuoso y lento, no como el cumaco. para participar en él las mujeres deben llevar faldas y los hombres pantalones, nunca shorts. Señala Liendo que en ocasiones los turistas que se encuentran en la fiesta quieren participar, así que los san juaneros, los ponen a un lado y les prestan las faldas para que se unan a la celebración.

Otro punto importante es que está totalmente prohibido arrojarle aguardiente al Santo, como se acostumbra a hacerlo en otros pueblos. Asimismo, se evita a toda costa que lo toquen, pues se trata de una imagen antigua que hay que cuidar.

Participación en otras fiestas

El San Juan de Chuao también participa en la celebración de San Pedro, que tiene lugar el 28 de junio. Explica Liendo que al no tener en el pueblo a un San Pedro, San Juan lo sustituye. Así que ese día lo vuelven a velar y lo llaman San Pedro Juan.

Asimismo, el 15 de julio, cuando se celebra el Día de la Virgen del Carmen, San Juan sale de la Iglesia, visita la casa de la Virgen del Carmen, va su casa y luego es llevado a la iglesia hasta el próximo año.