Cuidados de la piel al maquillarte

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Foto: Archivo

Al maquillarte debes ser cuidadosa con los productos que utilizas, ya que de ello depende el cuidado de la piel. En tal sentido, es fundamental adquirir productos de calidad y aprobados dermatológicamente, además, fijarse en la fecha de caducidad para evitar complicaciones.

También es clave preparar e hidratar la piel antes de iniciar a aplicar cualquier producto y posteriormente se procede con la colocación de la base de maquillaje y el corrector. Seguido de ello se aplica la crema del contorno de los ojos, las sombras de los ojos y el resto de los cosméticos que te permitan resaltar el maquillaje.

Todos los profesionales dedicados al cuidado de la piel y el área cosmética recomiendan el lavado del rostro antes de maquillarse y luego al final del día para retirar todos los productos e impurezas acumuladas.

De igual manera, se sugiere realizarse exfoliaciones con cierta periodicidad para evitar que las células muertas de la piel obstruyan los poros y causen una apariencia poco saludable en el rostro.

Por otra parte, la hidratación y humectación de la piel no puede faltar, por lo que es indispensable aplicar cremas según tu tipo de piel para así aportarle todo lo que necesita.

Una vez llegue la hora de maquillarte, debes prestar mucho cuidado en la selección y aplicación de cada uno de los productos. Si no sabes cómo hacerlo, te compartimos una pequeña guía de lo que debes o no hacer:

Expertos sugieren que antes de aplicar la base se hidrate y prepare el rostro, con un tónico o crema, por ejemplo. En cuanto a lo que debes evitar, es aplicarte una base que no sea del tono de tu piel

En cuanto al corrector, se debe aplicar uno que sea uno o dos tonos más claros que el usado en la base; y al aplicarlo, hazlo de manera triangular en la parte baja de los ojos.

Sella siempre la base con un polvo traslúcido, evitando hacerlo en exceso para que luego no quedes impregnando todo a tu paso con este producto.

Finalmente, al aplicar el blush, hazlo sobre las mejillas y difumínalo hacia arriba, jamás hacia abajo de las mejillas.

Con información de 2001